Turismo y cambio climático
La reciente publicación del avance de los datos de Turismo de 2016 por parte del Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital muestra unas cifras record. 75,3 millones de Turistas visitaron España el año pasado, representando un incremento del 9,9% respecto a 2015. El gasto turístico total se estima en 77.000 millones de euros, lo que arroja un gasto medio por turista de 1.023 euros, un 3,75% más que el año anterior. Dentro de las cifras nacionales, la Comunidad Valenciana recibió 7,5 millones de turistas, siendo el quinto destino turístico nacional por detrás de Cataluña (17,0 mill.), Baleares (12,9 mill.), Canarias, (12,0 mill.) y Andalucía (10,1 mill.).
En el caso de la Comunidad Valenciana es indudable el peso del turismo de sol y playa en estas cifras. Si bien el turismo de interior está experimentando un importante auge, todavía tiene un eco minoritario entre los visitantes internacionales, que se decantan mayoritariamente por disfrutar de nuestro litoral y, en muchos casos, convertirlo en destino para su jubilación. Es por ello que los cuantiosos daños producidos por el temporal marino de la semana pasada en nuestras costas deberían de invitar a la reflexión. Con motivo de este temporal, el Catedrático de Ingeniería de la Construcción de la Universidad Politécnica de Valencia Víctor Yepes comentaba en su cuenta de Twitter “No es que el mar sea malvado, es que hemos ocupado su espacio. No es que el río sea malvado, es que hemos ocupado su cauce”.
Con los efectos del cambio climático este espacio ocupado por el mar cada vez será mayor, y no valdrá únicamente con respetar los terrenos ocupados en anteriores temporales. El informe “Cambio Climático en la Costa Española”, redactado por el Instituto de Hidráulica Ambiental en 2014 en el Marco del “Plan Nacional de Adaptación del Cambio Climático” determina, entre otros efectos del cambio climático la elevación del nivel del mar en la Costa Española y el aumento de la frecuencia de los fenómenos extremos. La perdida de playa debido a la subida del nivel del mar, indica el informe, puede deberse fundamentalmente a los impactos de inundación y erosión. Existen además otros impactos desde el punto de vista natural y socioeconómico como son la intrusión salina, de cara a la salinización de terrenos dedicados a la agricultura; el aumento de la temperatura del mar, que afecta a las praderas de Posidonia Oceánica; la pérdida potencial de humedales, hecho especialmente grave en el caso de la Albufera de Valencia o la pérdida de operatividad y fiabilidad en los puertos.
En el ámbito legislativo autonómico, actualmente se encuentra vigente la “Estrategia Valenciana ante el cambio climático 2013-2020. Mitigación y adaptación”. Dentro de las medidas de adaptación en el ámbito de las áreas costeras, recomienda identificar las áreas y elementos de la costa de la Comunitat más vulnerables debido a los efectos del cambio climático, evaluar su valor ambiental y sus impactos económicos en especial en el turismo, así como identificar y evaluar medidas de adaptación. Adicionalmente, la Estrategia Territorial de la Comunitat Valenciana recomienda en su directriz 67 limitar los crecimientos urbanísticos por debajo de la cota de un metro sobre el nivel medio del mar.
Como se puede ver se dispone de herramientas técnicas y legales para abordar el problema, tanto a nivel estatal como autonómico. Ahora toca reparar lo antes posible las infraestructuras afectadas y poner en práctica acciones de protección o regeneración de playas, pero a largo plazo conviene que las medidas y proyectos que se revelen necesarios dentro de la Estrategia sean una realidad. Tal y como se indica en la Estrategia 2013-2020, el turismo de la Comunitat Valenciana es probablemente el sector que presenta mayores posibilidades de verse afectado por la reducción o desaparición de playas.
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