Ahorrar agua donde más se «ensucia»
La industria alimentaria y la cosmética abarcan procesos muy dispares, pero tienen en común la generación de efluentes de alta carga contaminante. Piense el lector, por ejemplo, en la sangre procedente del efluente de un matadero o el suero de la leche de una industria láctea, con una carga orgánica tan elevada que pueden saturar el funcionamiento de una depuradora convencional. En el caso de los cosméticos, los efluentes de su industria presentan altos niveles de grasas y detergentes, por poner un ejemplo de productos contaminantes para el agua. Esta situación se agrava con el hecho de que, dado el uso final de los productos obtenidos en estos sectores, la normativa existente es muy exigente. Por ello los procesos de limpieza y desinfección conllevan, en muchos casos, un elevado consumo de agua. Y la última pieza de este rompecabezas la conforman las directrices establecidas por la Unión Europea, que obligan a utilizar las “mejores tecnologías limpias disponibles” y tender a conseguir la “descarga cero”, esto es, minimizar el volumen de agua residual producida.
Esta necesidad de reducir el efluente de las industrias no es nueva, y de hecho numerosas empresas de estos sectores se han esforzado en reducir el consumo de agua y han invertido en sistemas que permiten su reciclaje y/o reutilización. En este campo se lleva muchos años investigando y, afortunadamente, continúan produciéndose avances. Sin ir más lejos la semana pasada el centro Tecnológico AINIA anunció el desarrollo de dos tecnologías, una basada en el uso del hielo líquido y otra basada en el uso del agua ozonizada, para mejorar las operaciones de limpieza y desinfección en la industria. Según se dice en la nota de prensa distribuida por el centro de investigación, las nuevas tecnologías desarrolladas, llamadas de higienización eco-eficientes, pueden suponer un ahorro de agua de hasta el 44% en la industria alimentaria y cosmética. Además, añade que más de 2.000 empresas de la Comunidad Valenciana pertenecientes al sector de la alimentación y cosmético podrían reducir su consumo de agua con la aplicación de estas técnicas en sus operaciones de limpieza y desinfección.
El proyecto, llamado EcoHigiena, ha sido desarrollado con el apoyo del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) y los fondos FEDER, dentro del Programa de Desarrollo Estratégico de ayudas dirigidas a los Institutos Tecnológicos de la Comunidad Valenciana. Es sin duda una buena noticia y es de esperar que estas tecnologías (con el apoyo adecuado) se implanten con éxito en muchas industrias de la Comunidad Valenciana. Será cuestión de ver el alcance final de la medida y su facilidad de implementación en sectores que utilizan procesos tan variados, pero no hay duda de que el comienzo es esperanzador.