CON ESPÍRITU CONSTRUCTIVOOpinión

La Agencia Valencia de Seguridad y Respuesta a las Emergencias

Esta mañana, en calidad de Secretario Técnico del Comité Español de Grandes Presas, he participado como ponente en una conferencia informativa del Colegio de Ingenieros de Caminos sobre el incidente de la presa de Oroville. En esta presa, situada a unos 100 km al norte de la ciudad de Sacramento, en California, el riesgo de fallo en el aliviadero de emergencia obligó a las autoridades a decretar la evacuación preventiva de unas 180.000 personas el pasado 13 de febrero. Esta evacuación se mantuvo unas cuarenta y ocho horas hasta que el nivel del embalse bajó lo suficiente y los evacuados pudieron regresar a sus casas a la vez que se iniciaban los trabajos de reparación de la zona afectada.

Hay una investigación abierta para averiguar las causas del incidente y seguramente se tardará meses en conocerse con rigor las mismas. Lo que si se ha podido comprobar durante el desarrollo de los acontecimientos ha sido la actuación coordinada de las autoridades locales y el organismo titular de la presa, la información transparente y en tiempo real al público, la aplicación de medidas correctoras al incidente y la atención de los desplazados. Y no sólo humanos. Se procedió a trasladar los peces de una piscifactoría situada aguas abajo de la presa que podían ser afectados por el suceso, por poner un ejemplo del nivel de planificación de respuesta ante emergencias que tenía el organismo titular de la infraestructura.

La coordinación y respuesta rápida ante emergencias es fundamental. Y a esa necesidad pretende dar respuesta la reciente creación de la Agencia Valenciana de Emergencias (creada por ley 4/2017, de 3 de febrero y publicada en el BOE del pasado 7 de marzo). Como se señala en el Preámbulo de la ley, las catástrofes naturales y eventos provocados por el ser humano no son solo hechos en la historia del pueblo valenciano, sino que son hitos que han marcado irremediablemente nuestra manera de relacionarnos con la tierra, con nuestro entorno y entre nosotros: los terremotos de Montesa de 1748, Torrevieja en 1829, la Riada de 1957, la Pantanada de Tous de 1982, los incendios de 1994 y 2012, que afectaron a toda la Comunitat Valenciana, o el incendio de Ayora, que ha sido el más grande de España desde que existen datos. No debemos olvidar los nuevos escenarios de riesgo derivados del cambio climático, que han sido reconocidos y puestos de manifiesto en diversos foros de la Comunitat Valenciana, desde las Jornadas sobre el Cambio Climático, organizadas por el Consell Valencià de Cultura en 2007, hasta el foro El Mediterráneo frente al Cambio Climático, que tuvo lugar en Valencia en noviembre de 2015.

La nueva Agencia tiene por finalidad, dentro de las competencias autonómicas, dar una respuesta eficaz y eficiente ante situaciones de emergencia y situaciones que atenten contra la seguridad de personas y bienes. Aunque he empezado la columna hablando de un riesgo no derivado de una acción no intencionada, como ha sido en el caso de Oroville, conviene tener presente que actualmente nuestro país está en Nivel 4 de Alerta Antiterrorista (riesgo alto, el máximo es 5). Por ello no sólo hay que tener en cuenta la seguridad frente a acciones de origen natural o no intencionado; también hay que considerar los riesgos generados por acciones maliciosas (ya sean terroristas o de otro tipo).

La gestión de emergencias es, por tanto, un tema de máxima actualidad. Cabe esperar, por tanto, que la agencia que se crea con esta ley se instrumente correctamente, dotándola de los medios adecuados por un lado y evitando duplicaciones de funciones que ya realizan otros organismo por otro. Desgraciadamente las emergencias seguirán presentándose, por eso tendremos que estar preparados para afrontarlas. En el caso de Oroville, con el que he iniciado la columna, tenemos un ejemplo de cómo gestionar la emergencia y la información al público de la misma. Ojalá se siga esa senda.

Eduardo Echeverría García

Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos. Especialista en cuestiones hídricas.