CON ESPÍRITU CONSTRUCTIVOOpinión

22 de marzo, día mundial del agua

El Día Mundial del Agua se propuso en la Conferencia de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Desarrollo efectuada en Río de Janeiro, Brasil del 3 al 14 de junio de 1992. Después de la cual, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó el 22 de diciembre de 1992 la resolución A/RES/47/1931 que declaró el 22 de marzo de cada año como Día Mundial del Agua.

La escasez de agua afecta a más del 40 por ciento de la población mundial, una cifra alarmante que probablemente crecerá con el aumento de las temperaturas globales producto del cambio climático. Aunque 2.100 millones de personas han conseguido acceso a mejores condiciones de agua y saneamiento desde 1990, la decreciente disponibilidad de agua potable de calidad es un problema importante que aqueja a todos los continentes.

En 2011, 41 países experimentaban estrés hídrico; 10 de ellos estaban a punto de agotar su suministro de agua dulce renovable y ahora dependen de fuentes alternativas. El aumento de las sequías y la desertificación ya está empeorando estas tendencias. Se estima que al menos una de cada cuatro personas se verá afectada por escasez recurrente de agua para 2050.

Con el fin de garantizar el acceso universal al agua potable segura y asequible para todos en 2030, es necesario realizar inversiones adecuadas en infraestructura, proporcionar instalaciones sanitarias y fomentar prácticas de higiene en todos los niveles, tal y como se expresa en el Objetivo de Desarrollo Sostenible de la ONU nº6 “Agua Limpia y Saneamiento”.

En la Comunidad Valenciana hemos tenido siempre muy presente el agua. Porque la necesitamos para beber como todo el mundo, pero también por la riqueza que representa en nuestra agricultura, la necesidad de agua para garantizar nuestro abastecimiento y del de los turistas que nos visitan por millones cada año y así un largo etc. El agua también garantiza nuestra energía, y si no ahí está el aprovechamiento de Cortes-La Muela trabajando conjuntamente con la Central Nuclear de Cofrentes para garantizar el suministro.

Así como conocemos el lado más beneficioso del agua también conocemos su lado más terrible, tanto en situación de exceso (avenidas) como defecto (sequías). Nuestra condición de región mediterránea nos hace especialmente vulnerables a  estos fenómenos extremos y, por ello, disponer de las adecuadas infraestructuras es vital para convivir en armonía con tan preciado elemento.

Asimismo necesitamos unas instalaciones de tratamiento de aguas residuales adecuadas.  Nuestros cursos de agua están fuertemente antropizados. La cercanía de áreas densamente pobladas a humedales necesitados de protección (un caso paradigmático es la Albufera de Valencia), requiere de sistemas de depuración que minimicen los impactos.

No sólo con instalaciones conseguiremos la preciada agua. Nosotros también podemos hacer algo para cuidarla. Las medidas de ahorro que podemos usar en nuestro entorno doméstico y que todo el mundo conoce, pueden contribuir a mantener el preciado recurso. El cambio de paradigma de los últimos años en la gestión del agua aboga por gestionar la demanda y no aumentar indefinidamente la oferta.

Aún así no hay que olvidar que el cambio climático está ahí fuera acechando, en forma de fenómenos cada vez más extremos y posible disminución de las precipitaciones. Frente a eso no basta con cerrar el grifo que gotea. Es necesario invertir en infraestructuras.  Sólo  con el concurso de las mismas podremos aumentar la resiliencia (es decir la resistencia a los fenómenos adversos) de nuestros sistemas de recursos hídricos.

Frente a interpretaciones capciosas de la Directiva Marco del Agua por parte de movimientos interesados, a veces con la cooperación de necesaria de entidades supuestamente culturales y políticos demagogos e indocumentados, la realizada es que España necesita infraestructuras hídricas para compensar la irregularidad espacial y temporal de las precipitaciones. Y de esto en Valencia sabemos un rato. El agua no se consigue a base de tuits ingeniosos o eslóganes fáciles. ¡Y de esto en Valencia sabemos un rato!

Feliz día mundial del agua a todos.

Eduardo Echeverría García

Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos. Especialista en cuestiones hídricas.