CON ESPÍRITU CONSTRUCTIVOOpinión

Barra libre de postureo

Cuando acepté escribir una columna semanal en Mediterráneo Press tenía el temor de quedarme sin temas. Las noticias relacionadas con el mundo de la ingeniería son escasas, y más en el ámbito de la comunidad valenciana, que ha sufrido la crisis de la construcción a lo grande. Pensé: “Escribiré sobre agua, que es lo mío, sobre el Corredor Mediterráneo, sobre cambio climático…”.

Sin embargo esta semana ha sido muy fácil tener tema para la columna. Como decía Pérez Reverte “Hay semanas que te dan la columna hecha” y está ha sido una de ellas. No por una buena noticia, por su puesto.

La imagen de los diputados autonómicos del PSOE, COMPROMIS y PODEMOS pidiendo el cierre de la central nuclear de Cofrentes es un fiel retrato de los tiempos que nos ha tocado vivir. Es el paradigma del postureo, el abc del sectarismo ideológico aplicado a la energía. Es… tantas cosas. Podría ser hasta entenecedor si no fuera porque están jugando con nuestro futuro. Y con el futuro nuestro (y el de nuestros hijos) no se juega.

No se trata de que el que suscribe sea un apasionado defensor de la energía nuclear. La energía nuclear tiene grandes beneficios y grandes inconvenientes y requiere de un análisis serio y sosegado. Es más bien los argumentos pueriles que usan sus señorías para pedir el cierre de Cofrentes. Argumentos que demuestran un total desconocimiento de la realidad energética de nuestro país. Hablan del riesgo de tener una central nuclear teniendo a unos pocos cientos de kilómetros un país como Francia sembrado de centrales nucleares (¿recuerdan hasta donde llegó la nube de Chernobil?). Hablan de sustituir la central nuclear por placas solares (que curiosamente no funcionan cuando hace sol o está nublado) o por molinos de viento (que también ¡que cosas! les da por no funcionar cuando no hay viento). Desconocen (o por lo menos eso parece) que la producción de base del sistema energético español es nuclear y que molinos y placas solares complementan las puntas de demanda pero por su propia naturaleza no pueden reemplazar a la energía nuclear. De hecho, cuando la energía nuclear “no llega” para cubrir la demanda esta se cubre a partir de carbón y gas, mucho más caro y más contaminante.

La solución ideal vendría de las centrales reversibles. Son centrales hidroeléctricas que turbinan cuando el sistema requiere más energía y que bombean agua a un depósito superior cuando pasa al revés. Este sistema permite almacenar energía cuando hay excedentes de molinos y placas solares, por ejemplo, para poder usarla cuando el sistema lo demanda. Hoy por hoy, la única forma de almacenar energía a gran escala son las centrales hidroeléctricas.

Pero claro, en el ABC de la demagogia las presas hidroeléctricas compiten de igual a igual con la energía nuclear. Si planteamos a largo plazo un incremento de las centrales de bombeo para plantear la reducción paulatina de energía nuclear, la barra libre de postureo se pone de bote en bote.

De nuevo entra en juego la ignorancia y/o el dolo (elijan ustedes el porcentaje de cada parte) y nuestros compañeros de lucha se erigen en adalides de nuestros ríos, obviando que en España (y en la Comunidad Valenciana más todavía) no llueve como en Dinamarca y que si no tuviéramos presas para almacenar agua cuando llueve y donde llueve, nos moriríamos primero de sed y luego de hambre.

El trasfondo de esta situación es la terrorífica sensación que le queda a uno de que en este tipo de acciones sus señorías no tienen ni idea de lo que hablan. Y no tendrían porqué tenerla. La figura del asesor se inventó para eso. Para asesorar al político de turno sobre temas que desconoce, de manera que el político pueda tener la información suficiente para las medidas que pretende llevar a cabo. He conocido a asesores de ministros (incluso a un asesor del Presidente del Gobierno), y eran en todos los casos gente realmente brillante que cumplía su función a la perfección (luego ya entra en juego la política y lo que se decida finalmente es otro cantar). Sin embargo me da la impresión de que la figura del asesor se ha convertido en un nido de enchufes para amiguetes y compañeros de partido, sobre todo en los ámbitos autonómico y municipal . Y ahí lo tienen, la tormenta perfecta. Diputados treintañeros sin ninguna experiencia laboral asesorados por amiguetes de igual condición. Camisetas, eslóganes, tuits y proclamas para la parroquia. Barra libre de postureo. Que Dios nos pille confesados.

Eduardo Echeverría García

Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos. Especialista en cuestiones hídricas.