PeriferiasReligiónSemana Santa 2017

El Papa Francisco hace un llamamiento contra todo tipo de “explotación” y apuesta por “renovar las estructuras del mundo”

Un año más el mensaje pascual, de su santidad, el Papa Francisco, fue directo al conjunto de la sociedad, más allá de creyentes y no creyentes, y apostó por la renovación de todas las estructuras del mundo: “hoy, en todo el mundo, la Iglesia renueva el anuncio lleno de asombro de los primeros discípulos: ¡Jesús ha resucitado! Era verdad, ha resucitado el Señor, como había dicho”, y ha hecho, un llamamiento para “erradicar todo tipo de explotación”

El obispo de Toma ha asegurado que en toda época de la historia el Pastor Resucitado “no se cansa de buscarnos”, y que “también hoy, Él toma sobre sus hombros a nuestros hermanos oprimidos por tantas clases de mal: a quien sufre la soledad y la marginación, a cuantos son víctimas de trabajos inhumanos, tráficos ilícitos, explotación y discriminación o graves dependencias. El Pastor Resucitado lleva también sobre sus hombros a los niños y a los adolescentes explotados y a quien tiene el corazón herido por las violencias que padece dentro de los muros de su propia casa”.

En este sentido, ha afirmado que el resucitado “se transforma en compañero de camino de emigrantes forzados, que han dejado sus tierras a causa de conflictos armados, terrorismo o carestías”, y ha pedido a los gobernantes un “compromiso social” con los refugiados y “para acabar con todo tipo de explotación”.

Francisco dirigió un pensamiento especial a las poblaciones de Siria, Sudán del Sur, Somalia, República Democrática del Congo, Ucrania que sufren conflictos sin fin y deseó paz para todo el Oriente Medio, en especial para Tierra Santa, Irak y Yemen. Sin olvidar a América Latina, marcada por tensiones políticas y sociales, para que Jesús Resucitado “sostenga los esfuerzos de quienes se comprometen por el bien común”. Que Jesús Resucitado, pidió también el Santo Padre, “done a los representantes de las Naciones el valor de evitar que se propaguen los conflictos y se acabe con el tráfico de armas”. Finalmente, el corazón del Papa fue al continente europeo deseando que el Señor Resucitado dé esperanza a quien sufre la falta de trabajo, en particular a los jóvenes.

Concluyendo su Mensaje y antes de impartir su bendición Urbi et Orbi recordó que “hoy, los cristianos de todas las confesiones celebran juntos la Pascua y así resuena a una sola voz en toda la tierra el anuncio más hermoso: ¡Era verdad, ha resucitado el Señor!”.