El Consell satisfecho con su gestión, mientras Podem le pide menos triunfalismo y más acción
Descartan cambios en “un Consell cohesionado”, y responsabilizan de la “lentitud en los cambios” a la falta de recursos humanos, económicos y la herencia recibida
El Consell del Botànic, integrado por la coalición PSPV-Compromís, con apoyo externo de Podem, celebra este jueves su segunda onomástica, y lo hace con un alto grado de satisfacción del trabajo realizado, sin apenas errores a su juicio, y con la intención de continuar trabajando para superar la “hipoteca reputacional que nos dejaron los gobierno del PP-CV que estamos superando”. Así, lo reconocieron en la balance de gestión ‘Dos anys de Canvi’, realizado en el patio gótico del Palau por sus máximos responsables, el president, Ximo Puig, y la vicepresidenta, Mónica Oltra, que aseguraron con contundencia que “la Comunitat Valenciana está ahora mejor que hace dos años”, aunque, como reconoció Oltra, “no vamos al ritmo que nos gustaría”.
Puig y Oltra presentaron una imagen muy positiva de la gestión del Consell, inclusión trataron de volver a exhibir demostrar ante los medios de comunicación su “buena relación” y “complicidad” compartiendo un botellín de agua para evidenciar que las rendicillas del pasado ya no existen, al menos, por el momento, y optaron por presentar un balance positivo de su gestión en base a los datos que, en su opinión, ha n contribuido a mejorar la vida de los ciudadanos. Eso sí, ambos dirigentes cerraron filas en torno a la política educativa del conseller, Vicent Marzá, muy cuestionada por buena parte de los padres, y que, según Oltra, “ahora ponemos el centro en los niños y niñas para evitar desigualdades de origen, de manera que los padres sean quien elijan los centros y no al revés, por encima de intereses empresariales o ideológicos”.
Sin embargo, el tercer miembro del Botànic, Podem, no comparte esta visión excesivamente positiva. Así, su secretario general, Antonio Estañ, considera que el análisis ha sido “demasiado triunfalista”, mientras que el síndic del grupo parlamentario de Podemos en Les Corts, Antonio Montiel que cree que «en estos dos años, el Consell ha ido desconectándose de las aspiraciones y demandas de la ciudadanía que hicieron posible el cambio de ciclo político”.
De este modo, el secretario general de Podem, Antonio Estañ, considera que en estos dos años “la sociedad civil no ha estado presente en el día a día del Acord del Botànic, que debía ser el cuarto firmante del pacto; no ha tenido mecanismos para dialogar y exigir al Consell y en algunos casos, se han encontrado la puerta cerrada”. En su opinión, “hay una mayoría de la ciudadanía valenciana que todavía ve como el cambio no ofrece una alternativa de vida: de trabajo, de servicios públicos o de modelo productivo respecto al modelo del PP. Puig se equivoca y se confía cuando cataloga de irreversible el cambio valenciano, el cambio será irreversible cuando fijemos las bases de un modelo de país alternativo”.
Estañ también ha advertido de que “han pasado dos años y ahora ya no vale sacar pecho porque no se roba. En materia comercial, medio-ambiental, industrial… necesitamos definir un rumbo claro y romper con las inercias y el modelo del Partido Popular. Para conseguirlo, necesitamos que la sociedad civil esté no detrás, sino delante del Botánico, estirando y fiscalizando. Por eso dibujaremos una Auditoría del Botánico que permita a la sociedad civil presionar e influir en el gobierno”.
Gestión del Consell
En su intervención, Puig ha recordado que en las elecciones del 2015 la ciudadanía reclamó un cambio «necesario y urgente» que ha significado una reparación de derechos y ha traído consigo «dos años de estabilidad, dos años de diálogo y dos años de fortaleza», donde la Comunitat ha pasado «de ser el ejemplo de la corrupción a ser el paradigma de nuevas políticas, de transparencia y de fiabilidad», tratando de recuperar la credibilidad y conseguir que las instituciones europeas «vuelvan a abrirle sus puertas».
Como ejemplo de esa recuperación de derechos, el president ha señalado que la acción del Consell ha permitido que en la Comunitat se haya reducido el riesgo de pobreza el triple que en el resto de España en estos dos años, yha recordado que 1.450.000 valencianos ya no pagan sus medicinas y no tienen que abandonar sus tratamientos, 51.000 dependientes cobran puntualmente sus prestaciones y 12.000 familias se han beneficiado de las ayudas de pobreza energética.
En el terreno económico, el jefe del Consell ha mostrado su satisfacción por que la Comunitat Valenciana haya «recobrado su mirada en la economía real», y ha tirado mano de los macro indicadores económicos, si bien, ha reconocido que la existencia de aún 400.000 parados es un grave problema. Aún así, ha destacado los cambios introducidos en el modelo productivo como la reactivación de los instrumentos financieros valencianos, como el Instituto Valenciano de Finanzas o la Sociedad de Garantía Recíproca, y ha puesto en marcha la Agencia Valenciana de la Innovación. Eso sí, sin mencionar el cambio aún pendiente en las políticas activas de empleo, y en la prometida reforma del SERVEF, de la que nadie sabe nada, y que parece que está eclipsado por los resultados de las becas para jóvenes de Avalem Jove, mientras no se aportan más soluciones que el autoempleo para desempleados con cualificación de más de 40 años.
Por su parte, la vicepresidanta, Mónica Oltra, ha explicado que el primer año de Gobierno fue el de la «reparación, desescombro y limpieza de unas instituciones cerradas durante 20 años a los valencianos y valencianas». De hecho ha recordado que durante los primeros meses se eliminó el copago farmacéutico y se reconoció a las víctimas del accidente del metro de València, entre otras actuaciones.
Oltra también ha señalado que el segundo año ha sido el de «sentar las bases para la generaciones futuras» y que el actual ejecutivo está realizando muchos esfuerzos para, a través de una mejor gestión y una mayor eficiencia, destinar «el margen de lo que ya no se roba» a los valencianos y valencianas, y según ha reconocido, quizá la frustración más grande de todos los consellers es «no poder ir al ritmo que nos gustaría» porque la «creatividad política» del Consell necesitaría «un ritmo más acelerado».
Escasez de recursos, y apoyo movilización
En este sentido, la vicepresidenta ha responsabilizado a esta lentitud a la falta de recursos humanos y económicos existentes en la Generalitat, como consecuencia, en este apartado de la deficiente financiación autonómica existente. En este sentido, tanto Puig como Oltra han asegurado que «esperamos que el Gobierno cumpla su palabra y en 2017 tengamos en marcha el nuevo sistema de financiación, caducado en 2013», algo que, en su opinión, si se consigue ha sido posible por el amplio consenso alcanzado entre entidades empresariales, sindicatos, asociaciones, universidades y representantes de las principales instituciones valencianas.
Así, han anunciado el respaldo del Consell a la movilización convocada por los agentes económicos y sociales entorno al 9 d’octubre, Día de la Comunitat Valenciana, que, según el president, “si hace cuarenta años el pueblo valenciano salió a la calle en defensa del autogobierno, ahora lo haremos para conseguir una financiación digna”.
De igual manera, según Oltra, esta lentitud en la acción del Consell también es debida al insuficiente número de empleados públicos, «estamos a la cola de España en número de funcionarios por habitante», y ha recordado que «somos la comunidad con menos inversión por habitante», que ha explicado que, con esta situación, la Generalitat saca recursos de una «mayor eficiencia» y «de lo que no se roba, ya que no gastamos dinero en saraos y bobadas que sólo benefician a unos cuántos».
Sin remodelación del Consell
Por último, preguntado el president por posibles cambios en el primer escalafón del Consell, pues, hace un año, ya se retocó el segundo escalafón aseguró que «tenemos un equipo muy cohesionado y confío en todos los consellers, por lo que no veo ninguna motivación para que se tengan que producir cambios».
En cuanto a los procesos orgánicos de los partidos, como el que está viviendo el PSPV con las primarias y su congreso nacional, Puig también negó que pudieran afectar al Botànic: «somos conscientes de la fortaleza que nos da la diversidad y el Consell está blindado, como ha quedado demostrado estos dos años en los que también hemos vivido procesos orgánicos y electorales que no han afectado a la estabilidad del ejecutivo».
Respecto a la puesta en marcha de la nueva televisión: «No permitiremos que una tele manipulada ni que sea un desvarío económico».