El liderazgo institucional de Puig frente a las críticas orgánicas del ‘sanchista’ García
El president ha destacado los 235 ayuntamiento con alcalde socialista, y su modelo ‘federal valenciano’, y el alcalde ha afeado el “abandono del partido” y su apoyo a Díaz
Frialdad, cierta tensión y temor a los reproches del rival. Con esas sensaciones los candidatos a la secretaria general del PSPV-PSOE, Ximo Puig y Rafa García, se han fajado en el debate oficial de las primarias socialistas celebrado este miércoles en la sede del partido, que se encontraba repleta de medios comunicación, y donde ambos aspirantes han mantenido un frío saludo, bajo la batuta de la presidenta de la Unió de Periodistes, Noa de la Torre, donde el liderazgo institucional de Puig a frente a de la Generalitat ha tropezado con la “situación de abandono del partido” denunciada por García.
El debate, se ha divido en cuatro bloques: Política social, economía y globalización, federalismo y valencianismo y el partido. No se han percibido grandes diferencias ideológicas de fondo, y únicamente la gestión del partido es donde se han producido las diferencias, especialmente, en lo relacionado al levantamiento de los barones del PSOE contra Pedro Sánchez en octubre del año pasado, y otras heridas no cicatrizadas del pasado de la federación. Ahí, García ha reprochado a Puig que suspendiera la gestión de su antecesor, Jorge Alarte, en el anterior congreso.
Ambos aspirantes no se han salido del guión previsto, y han seguido los argumentos e ideas lanzadas durante las últimas semanas, sin lanzar alguna novedad. Todo según lo previsto. El president, Ximo Puig, vestido de traje oscuro y corbata, se ha centrado en sus fortalezas, principalmente, su gestión al frente del Consell del Botànic, y exhibir el músculo que tenía para poner en relieve su gestión en el partido, como son los 235 municipios con alcaldes socialistas, recordando que a su llegada a la secretaria general “el PSPV estaba arruinado, dividido y en la oposición, ahora gobierna la Generalitat y 235 ayuntamientos”. Además, de exhibir su gestión al frente de la Generalitat, defendiendo la importancia de un liderazgo sólido social «único». También, ha afeado a García ser «el único, junto a Bonig, que habla mal del pacto del Botánico»,
Por su parte, el alcalde de Burjassot, que ha negado esa acusación, ha mostrado su “compromiso” en respaldar a Puig como presidente de la Generalitat, y candidato en 2019, para conseguir gobernar con mayoría absoluta “si soy secretario general el domingo”. Con ello, García trataba de quitarse una imagen de cuestionamiento a la figura del jefe del Consell, una de sus grandes losa para levantar cabeza. No obstante, considera difícil este resultado, pues, en su opinión, “la gestión institucional la lleva Compromís”, y ha lamentado que no haya solicitado la opinión de la militancia entorno al Botànic antes de firmarlo. Y, se ha centrado en criticar principalmente el ámbito orgánico, donde ha denunciado la “situación de abandono del partido”, que, en su opinión, “esta muerto, desmovilizado y controlado por una camarilla”.
García, que ha seguido el estilo 100% sanchista hasta la vestimenta (llevaba camisa blanca), ha realizado una radiografia la crítica de la situación del PSPV, y ha recordado que «el PP es el partido más votado, gobernamos con los peores resultados de nuestra historia, perdemos militantes (hemos pasadode 30.000 a 18.0009, no se convoca a los órganos de gestión y control, la actividad en agrupaciones y comarcas está bajo minimos y no se consulta a las bases en cuestiones cruciales. ¿Es este un partido vivo?».
En este sentido, ha defendido la necesidad de reforzar lazos en el PSPV, ya que «estamos apenas 50.000 votos por encima de Compromís. Sin un partido fuerte no se pueden preparar las elecciones» de mayo de 2019, y la desechado la idea de la integración, si ésta “es el reparto de poder con cuotas, ese no es mi modelo», ya que “mi apuesta es una dirección con los mejores”, es decir, el modelo federal actual. Además, ha asegurado que las propuestas del president “no son creíbles”, pues, “en cuatro años no ha hecho nada”.
Puig no aceptado estos datos, se reveló y tiró de las últimas encuestas. Según indicó, «íbamos hacia abajo y ahora vamos hacia arriba, las encuestas así lo dicen. Somo el único partido que sube».
En cuanto al modelo de partido, Ximo Puig se ha sentido muy cómodo defendiendo su modelo “federal y plurinacional”, un modelo que en el PSOE sólo defienden él y la presidenta balear, Francina Armengol, y el líder catalán, Miquel Iceta. Aquí, Rafa García, se ha sobrepuesto a esta cuestión, reprochándole al molt honorable su apoyoen las primarias del PSOE a Susana Díaz, a la que ha acusado de tener una visión diferente, más centralista, del estado. Y también le ha afeado la «vergüenza» que ha percibido en la militancia por la defenestración de Pedro Sánchez y la abstención socialista en la investidura de Mariano Rajoy.
Puig no ha tenido más remedio que hacer acto de contrición:»asumo mi responsabilidad, pero hay cosas que no puedo admitir», y ha recordado qu. «nadie tiene superioridad moral sobre otros, lo que no se necesita ahora es un proyecto orgánico sectario», y ha asegurado que en Burjassot, donde Rafa García es el alcalde “también se ha perdido militantes, y yo no te lo he afeado”