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El incendio de Lluxent continua vivo tras arrasar 3.000 hectáreas

Los medios aéreos frenan el fuego en Quattrotonda mientras que las previsiones de lluvia llenan de optimismo el cuadro de mando

Pasadas 48 horas, el incendio iniciado el pasado lunes de Lluxent continúa vivo arrasando la naturaleza a su paso, 3.000 hectáreas de seis municipios. En la madrugada de miércoles a jueves las previsiones meteorológicas, más humedad, y la llegada de la lluvia, sobre las 1,15 de la noche, llenó el cuadro de mando de un cierto optimismo, con la esperanza de poder empezar a controlar el fuego, algo que hasta el momento no se había conseguido por la condiciones medio ambientales, especialmente por el viento en contra.

La evolución del incendio a lo largo de miércoles fue similar a la de los dos días anteriores: todo dependiendo de la evolución del viento. Los responsables del operativo de extinción, que ha sumado un total de 800 bomberos y soldados y 27 helicópteros y avionetas, temen, sobre todo, que el viento sople fuerte de levante, lo que empujaría las llamas hacia Quatretonda a través de una sierra boscosa que ofrece abundante combustible, pudiendo alcanzar otro gran municipio por el interior, Xátiva. Afortunadamente, eso no sucedió, y pasadas las 21 horas, los medios aéreos consiguen frenar el fuego en Quatretonda, reduciendo el peligro quedando estable la zona. Este hecho generó optimismo en el puesto de mando de Llutxent, ya que la previsión meteorológica para esta noche es buena con viento variable fluido y humedad alta.

Por el contrario, sobre las 20,40 horas, el paraje de El Surar, en la comarca de la Vall d’Albaida, ha quedado arrasado por las llamas.

En otra noche terrible, las llamas quemaron en la madrugada de este miércoles una veintena de casas en las urbanizaciones Montesol, Montepino y La Ermita, al oeste del núcleo urbano de Gandía, todas ellas, evacuadas así como el pequeño municipio de Pinet, uno de los más afectados por el incendio, con ellos,  el número de desalojados se eleva a 3.000, según ha indicado el director general de Emergencias de la Generalitat, José María Ángel, que ha seguido todo el incendio desde el puesto de mando.

Todos ellos no han podido volver a sus casas a lo largo del miércoles, según anunció la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, al término de la última reunión de coordinación, si bien, anunció que «si todo va bien» y las condiciones climatológicas no cambian, los evacuados podrían regresar mañana, cuando se espera un mayor nivel de control. Según advirtió, todo dependerá la evolución del incendio y de su control.

A lo largo del miércoles el incendio ha afectado a un total 2.600 hectáreas entre los términos municipales de Gandia, Llutxent, Pinet, Ador, Barx y Quatretonda y miles de residentes de numerosas áreas urbanizadas han sido realojados. Las llamas también han afectado entre 10 y 20 viviendas.

Bomberos luchando contra el fuego

Origen por un rayo

El incendio, que se ha originado por un rayo, se va desbocar por la tarde noche de ayer al producirse vientos superiores a los 90 kilómetros por hora en zonas muy concretas de Marxuquera. Una lengua de fuego entró con virulencia por un barranco ocasionando la Drova, Montesol, Montepino, la zona de la Rochera y la Ermita.

Los efectivos de emergencia dieron la orden de desalojar de manera inmediata las urbanizaciones y los residentes, o bien se desplazaron a viviendas de familiares o amigos o acudir a espacios públicos facilitados por el ayuntamiento de Gandía como l’Espai Baladre o el alojamiento en hoteles.

El día de antes, el martes de manera preventiva por el humo, se realizó un desalojo voluntario, una medida que, según la alcaldesa de Gandía, Diana Moran, «ha podido salvar muchas vidas». Durante el martes, el Ayuntamiento de Gandia gestionó el alojamiento de 260 personas entre hoteles y campings, además de las alrededor de 89 personas que pernoctaron en l’Espai Baladre.