Casado arranca el año electoral en la Comunitat sin pistas sobre los candidatos
El presidente del PP define a Bonig como «la esperanza del PP en tierras valencianas” y lanza varios elogios a González Pons que vuelve a las quinielas como alcaldable, junto a Santamaría
El presidente del PP, Pablo Casado, en su mejor día desde que es presidente popular, tras el informe de la Fiscalía del Tribunal Supremo, visitó este sábado la provincia de Valencia, concretamente, la Puebla de Farnals, donde el PP-CV celebró una junta directiva regional, abierta a medios, y una comida privada para unos 700 militantes, según la organización, algo que ha generado críticas internas por parte de la militancia a la dirección regional por entender que “se ha desaprovechado una oportunidad de visualización ante la ciudadanía de la ciudad de Valencia”. En su discurso, el dirigente popular no dio ninguna pista sobre los candidatos. Eso sí, hubo varios guiños hacia Isabel Bonig y Esteban González Pons, que vuelve a entrar en las quinielas sobre alcaldable junto al presidente de la gestora de la ciudad de Valencia, Luis Santamaría.
Casado en su discurso se mostró eufórico, tras la decisión de la Fiscalía de oponerse a su investigación en el Supremo, asegurando que “la verdad siempre se abre paso y este partido siempre respeta a las instituciones, sean universidades, sean administraciones o sea el poder judicial, a diferencia de otros; que este partido nunca liquida la presunción de inocencia convirtiéndola en una presunción de culpabilidad, ni nunca va a exigir a ningún adversario político que tenga que explicar lo que no ha hecho o lo que las insignias y las calumnias dicen, falsariamente que ha hecho”.
Además, el dirigente popular no dudó en recordar a la ex ministra de sanidad, Carmen Montón, a quien parafraseó: “decía una paisana vuestra hace tres semanas, antes de dimitir, que no todos somos iguales. Y tenía razón, no todos somos iguales. No voy a decir nada más porque no nos hace falta decir nada más, porque yo creo que la serenidad, la decencia y la dignidad con la que este partido se defiende debería ser imitada por otros muchos”.
En su intervención, el presidente popular no ha dado pistas sobre los candidatos a las distintas instituciones de la Comunitat en las elecciones de 2019, si bien, ha animado a la militancia a “estar preparados” para la cita, y ha hecho varios guiños hacia la presidenta regional, Isabel Bonig, a quien ha definido como «la esperanza del PP en tierras valencianas”, así como al eurodiputado, Esteban González Ponsque vuelve a las quinielas como alcaldable, junto a Luis Santamaría, con quien Casado tuvo un pequeño encuentro privado ante la militancia.
De hecho, según diversas fuentes consultadas por Mediterráneo Press, el portavoz del PP en el parlamento europeo vuelve a ser una de las bazas de los populares para alcaldía de Valencia, a pesar de su pasado en cargos autonómicos. Eso sí, no es la única opción, otra es el presidente de la gestora local, Luis Santamaría.
Casado a instado a los militantes «estar orgullosos» porque el PP-CV ha dejado un «legado impecable y es el que más ha hecho por esta tierra”, y les ha instado a los populares a «no arrastrar los pies ni agachar la cabeza», “porque «necesitamos que la Comunitat Valenciana vuelva a crecer con un modelo autonómico justo, pero contra quien se manifestaban Puig y Oltra es contra ellos mismos: fue Zapatero quien lo aprobó».
De igual manera, ha mostrado su apoyo al sector turístico y ha culpado a los gobiernos socialistas de los indicadores negativos de la economía. Así, se ha referido a la factoría de Ford, preocupada por su futuro tras el “globo sonda” lanzado por el ejecutivo de Sánchez acerca de una subida de los impuestos al diésel, que le “puede acabar reventando en la cara”. El dirigente popular ha tranquilizado a los trabajadores de esa factoría y ha asegurado que el PP no pondrá impuestos al diésel, ni a las tecnológicas. También ha hablado de la importancia del sector turístico en esta comunidad autónoma, “que ha visto con preocupación lo que estaba pasando en Baleares”. En este sentido, ha lamentado la “irresponsabilidad de los dogmáticos que pretenden volver a la aldea y que no se dan cuenta de que el mundo es global”.
El dirigente popular ha lamentado que los gobiernos socialistas siempre liquiden las “leyes educativas promulgadas por el Partido Popular” y que, tanto en la Comunitat Valenciana como el Baleares o en Cataluña, en estos momentos se esté “segmentando a la sociedad y a los niños por la lengua en la que piensan, en la que sueñan o en la que hablan en el recreo”.
Así, ha insistido en que los políticos tienen que “consagrar que la educación no se utilice para adoctrinar”, y ha anunciado que su grupo ha presentado una iniciativa en el Congreso “para pedir un MIR educativo, que se prestigie a los docentes en España y que se seleccionen a nivel nacional, porque no puede ser que los mejores profesionales de la educación estén dependiendo de convocatorias autonómicas que, a veces, priman el desempeño de la lengua autonómica respecto a su propia acreditación, titulación o méritos académicos”, algo que según el sector educativo daría mucha mayor precariedad a la educación, y generaría gran inestabilidad entre profesores.
Bonig y sus libertades
Por su parte, Isabel Bonig ha desgranado tres líneas de actuación de cara a la próxima cita electoral autonómica, que se basará en la bajar de impuestos, libertad en el ámbito educativo y económico y la defensa de la Comunitat Valenciana como “enclave dentro del proyecto común de España, que no es un concepto discutido, sino la mejor nación de Europa y del mundo», comprometiéndose a «eliminar el impuesto de sucesiones y el de patrimonio y bajaremos el IRPF en el tamo autonómico del 47 al 43%, porque el dinero de los valencianos está es en el bolsillo de los valencianos».
De igual manera, ha reivindicado «justicia» en materia de financiación: «esa que antes tanto reclamaban Puig y Oltra a Rajoy y que después de la moción de censura nada más se supo», y ha reclamado un “anticipo de las elecciones”, ya que “no nos merecemos esta agonía de gobierno, lo mejor disolver Les Corts y convocar elecciones”.
Bonig también ha animado a los militantes a no permitir el “sectarismo” y las “ansias de dividir a la sociedad según raza, sexo, edad, o lengua” como pretenden los partidos del Gobierno en la Comunitat Valenciana. “El PP es el partido de la libertad”. En su opinión, la enfermedad del siglo XXI es el populismo, el “nacionalismo excluyente, la crisis de la democracia representativa, y a eso nos estamos enfrentando. La democracia es una forma de vida, no se mantiene sola, por eso es necesario defenderlo en todos los ámbitos y defenderla de aquellos que quieren acabar con lo que tanto nos ha costado conseguir”.