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El Gobierno reduce una ‘décima’ las previsiones de crecimiento para 2019 y 2020

La ministra de Economía garantiza que se cumplirán los compromisos europeos, y que la deuda pública bajará “desde el 98,1% a finales de 2017 hasta el 95,5% al término de 2019”

La ministra de Economía, Nadia Calviño, ha presentado este lunes el nuevo cuadro macroeconómico,  que ha remitido a Bruselas, y prevé un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del 2,6% en 2018 y del 2,3% en 2019, y que supone una «ligera revisión a la baja”, es decir, una décima en cada uno de esos dos años, con respecto al cuadro presentado el 20 de julio, lo que ha justificado por el «principio de prudencia» en las previsiones del ejecutivo.

Así lo ha avanzado Calviño en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros Extraordinario, que ha aprobado el cuadro macroeconómico que acompañará al plan presupuestario de 2019 que el Gobierno ha remitido este lunes a Bruselas. En su opinión,  “España se encuentra en una fase positiva del ciclo económico”, que alcanzó su punto más alto en 2015; desde entonces, ha registrado tasas de crecimiento «robustas» y por encima de la media de la Unión Europea, pero progresivamente más moderadas, «de forma absolutamente coherente con la madurez del ciclo» y la situación de la economía mundial, por lo que la revisión del PIB se debe sobre todo al menor crecimiento de los mercados españoles de exportación, así como a «hipótesis más duras» sobre el precio del petróleo y el crecimiento en la UE.

En cuanto al déficit público, el ejecutivo prevé que en 2019 se reduzca en nueve décimas, hasta el 1,8% del PIB, un objetivo «que no pone en peligro ni el crecimiento económico ni la creación de empleo», que constituye «la prioridad fundamental». La tasa de paro prevista para este año es del 15,5%, un porcentaje que bajaría al 13,8% en 2019. En el capítulo de gastos, Calviño ha remarcado el esfuerzo en los ámbitos de educación y ciencia, esenciales para aumentar el capital humano y la productividad.

Así, en su opinión, la reducción del déficit hasta el 1,8% supondrá un superávit primario de cinco décimas del PIB, lo que permitirá bajar la deuda pública desde el 98,1% a finales de 2017 hasta el 95,5% al término de 2019. Con ese ajuste estructural, según ha afirmado, “España cumplirá con sus compromisos europeos: el déficit acabará este año en el 2,7% del PIB, por debajo de la referencia del 3% del brazo correctivo del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, con lo que pasará a estar sujeta al brazo preventivo del Pacto, cuyos requerimientos se ven satisfechos con el objetivo de déficit para 2019”.

Por su parte, a ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha insistido en que la propuesta del Gobierno comporta un mayor compromiso con Bruselas, ya que reconduce el objetivo de déficit y lo sitúa en el 1,8% del PIB, frente al 1,3% previsto por el ejecutivo anterior: «El Gobierno ha propuesto una senda realista porque lo contario habría supuesto quitar 11.000 millones de euros de gasto, lo que supondría un lastre para la recuperación económica y el empleo”. A su juicio, el Plan Presupuestario respeta «los compromisos de estabilidad, recupera derechos sociales, blinda el Estado del bienestar e incorpora mayor rendimiento, mayor eficiencia y progresividad en el sistema fiscal».

Política tributaria

De igual manera, la ministra ha señalado que la política tributaria incorporada en el Plan incrementa la contribución de los que más tienen, reduce los impuestos a las pequeñas empresas y grava nuevos sectores de actividad en línea con las recomendaciones comunitarias: «Es una política fiscal responsable en donde la clase medida y trabajadora no pagará más impuestos, sino todo lo contrario».

En este sentido, ha detallado que aumenta dos puntos el IRPF a las rentas superiores a 130.000 y cuatro a las superiores a 300.000 euros y sube cuatro puntos el IRPF a las rentas de capital que superen los 140.000 euros. Ambas medidas generarán 328 millones adicionales de recaudación.

En cuanto al Impuesto de Sociedades, baja dos puntos para las pymes que tengan una cifra de negocio que no supere el millón de euros. Por este concepto se prevé una recaudación de 1.516 millones de euros. Además, se aportarán 850 millones mediante el impuesto a las transacciones financieras y 1.200 millones con el impuesto a los servicios digitales. Además, se elevará el Impuesto sobre el Patrimonio para aquellos que declaren bienes superiores a 10 millones de euros, lo que generará una recaudación de 339 millones.

Respecto a la bajada del IVA de los productos de higiene femenina y de los servicios veterinarios, en su opinión, generará un ahorro fiscal de 53 millones. En el ámbito de la fiscalidad medioambiental, se avanzará en la equiparación del gasóleo y la gasolina, en línea con las recomendaciones de Europa, lo que permitirá ingresar 670 millones.

De igual manera, ha avanzado que para fomentar un sistema tributario más justo se aprobará un conjunto de medidas de lucha contra el fraude fiscal. Entre otras, la actualización de la lista de paraísos fiscales, la extensión de la lista de morosos a los responsables solidarios o el límite al pago en efectivo, que no podrá ser superior a 1.000 euros cuando una de las partes sea un profesional.