El Congreso bloquea los PGE de 2019 y fuerza a Sánchez a convocar elecciones
Es la segunda vez en la democracia que se rechazan unas cuentas estales, y en aquella ocasión, las fuerzas catalanes también fueron claves
No salieron las cuentas políticas, y España no tendrá cuentas para este año. Al menos, eso se desprende de la decisión adoptada este miércoles por el Congreso de los Diputados, que ha rechazado las cuentas con los votos de ERC y PDeCAT, que se han sumado a los del PP, Cs, Foro y CC. Esta decisión sentencia al gobierno socialista. tras ocho meses y, con toda probabilidad, obligará a Pedro Sánchez a adelantar las elecciones, previsiblemente, en el mes de abril, en vísperas de las autonómicas y municipales.
En la votación de este miércoles en el Congreso se ha acordado la devolución de los Presupuestos al Gobierno, con votos conjuntos del PP, Ciudadanos, ERC, PDeCAT, CC, UPN, Bildu, Foro y dos diputadas del grupo de Unidos Podemos: la gallega Alexandra Fernández, enfrentada con el resto de compañeros de En Marea; y la catalana Marta Sibina, de En Comú, que protesta por el bloqueo de los barcos de ayuda humanitaria en el mediterráneo. Toda esta suma fuerzas han logrado 191 votos, mientras que el PSOE, Unidos Podemos, PNV y Compromís sólo han reunido 159 diputados en contra de derribar los Presupuestos. El diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, socio electoral del PSOE, se ha abstenido.
Todo apunta, según fuentes socialistas, a que este rechazo pueda suponer un adelanto electoral que podría hacer público este viernes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Así, lo ha anunciado el ministro de Exteriores, Josep Borrell, que ha asegurado que “el presidente del Gobierno, oído el Consejo de Ministros, decidirá», mientras que el ministro de Fomento, y secretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos, avanzaba que habría «noticias en breve» y la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, aseguraba que el presidente «lo medita todo».
Las opciones mayoritarias de este adelanto son principalmente en el mes de abril, barajando, tres opciones, el 28 de abril, como opción más mayoritaria entre los socialistas, frente a los que abogan por el 14 de abril, coincidiendo con el Domingo de Ramos, algo que genera dudas en los cuadros socialistas. Lo que no parece que cuenta con apoyo de los barones territoriales es hacerlas coincidir con las municipales, autonómicas y europeas del 26 de mayo.
Otra opción, menos respaldada entre los socialistas, es seguir gobernando con reales decretos y los presupuestos prorrogados de Rajoy, y aguantar hasta verano.
A la espera de lo que decida Sánchez, que este miércoles ha abandonado el Congreso sin hacer declaraciones pese a las numerosas preguntas formuladas por los periodistas, fuentes del Gobierno señalaban que hoy es el día de la foto de las derechas votando junto con los independentistas. «Esa foto nos puede favorecer de cara a unos comicios», comentaba un ministro y un miembro de la dirección del partido daba a entender, en este sentido, que hoy no habría noticias en relación con una convocatoria electoral. Pero no ponía la mano en el fuego por que no las hubiera el resto de la semana.
Segunda presupuestos tumbados
La votación de este miércoles es la segunda ocasión que se produce. Ya hubo otra vez, en que el Congreso tumbó unos Presupuestos Generales del Estado en la democracia española. Fue en 1995 la Cámara rechazó las cuentas elaboradas por el Gobierno de Felipe González para 1996 después de que Convergencia i Unió le retirara su apoyo, lo que provocó la convocatoria anticipada de elecciones. Y al igual que sucedió en esa ocasión los catalanes tuvieron la clave.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha subido este miércoles a la tribuna con un discurso de agradecimiento a las formaciones que han defendido los Presupuestos, que -en su opinión- se han hecho con «rigor y compromiso», y ha emplazado a Unidos Podemos y al PNV a seguir trabajando en el futuro.
Montero ha lamentado en su intervención final que los Presupuestos decaigan por la petición de autodeterminación de ERC y del PDeCAT, que sabían que el Ejecutivo no iba a aceptar y ha dicho que deberían tomar como ejemplo al PNV, formación que ha conseguido avances en el País Vasco con «diálogo y mesura».
De hecho el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, ha reprochado a los independentistas que hayan pensado «en el qué dirán» y no en el contenido de la negociación, que «debe primar sobre el continente». También, ha lamentado que no hayan reconocido los «límites» que ponía el Ejecutivo «en la coyuntura del momento», en referencia a la coincidencia con el inicio del juicio del «procés».
El diputado de Unidos Podemos, Alberto Garzón, ha aseverado en su intervención que comparte el dolor que pueden estar sufriendo (los independentistas) pero que no puede entender de ninguna manera cómo (el rechazo a los presupuestos) ayuda o fortalece la causa del diálogo.
Perdida inversiones Comunitat
Así, la devolución del proyecto de Presupuestos Generales del Estado de 2019 al Gobierno por parte del Congreso deja sin efecto las inversiones por importe de 1.189 millones de euros que se proyectaban para la Comunitat Valenciana este ejercicio, el 9,8% de la inversión regionalizable y un 61% superior a la de las cuentas de 2018.
Al caer el proyecto presupuestario, tampoco tendrá efecto la partida de 10 millones de euros para la Autoridad Metropolitana de Transporte que contemplaban las cuentas para 2019, así como la asunción de la deuda del Consorcio Valencia 2007 por la Administración General del Estado, que figuraba en una disposición adicional del proyecto de presupuestos.
Las cuentas también abordaban compromisos en Fomento como 2,7 millones para el túnel pasante y el canal de acceso a València, frente al millón de euros contemplado en las cuentas de 2018, y se detalla que este ejercicio se preveía el desarrollo los estudios informativos tanto del túnel pasante de Valencia como del tramo de alta velocidad entre València y Castellón.
De igual manera, caen 11,8 millones de euros para la V-21 (el tercer carril entre el Carraixet y València), 8,4 millones para el acceso al aeropuerto de Alicante (tramo N-332/A-70), además de inversiones en el Tren de la Costa y otras carreteras de la región.