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Nueva crisis citrícola: El precio del limón Verna se sitúa un 75% más bajo que hace un año

El incremento de las importaciones procedentes de Argentina y el posible desvío a la UE del limón mejicano tras la amenaza de Trump de aumentar los aranceles, principales causas de este descenso

La competencia extracomunitaria continúa castigando al sector citrícola valenciano. Al menos, eso se desprende las cotizaciones en campo del limón Verna se han desplomado en la última semana hasta situarse un 75% más bajas que en estas mismas fechas de la pasada campaña, y además, se ha producido una paralización de las ventas provoca que sólo se haya recolectado una quinta parte de la producción estimada.

Y es que en apenas dos semanas de inicio de la actual campaña de recolección, las perspectivas para los productores de limón no pueden ser más desfavorables. Esta misma semana la cotización del limón Verna se ha situado entre los 0,20 y 0,25 €/kg y en la anterior variaba entre los 0,35 y 0,40 €/kg, lo que significa que en apenas unos días hayan descendido un 40%, teniendo en cuenta que las cotizaciones ya eran prácticamente la mitad que la anterior. Con estos datos el precio del limón Verna se sitúa en los valores más inferiores que se recuerda de los últimos años, ya que ni siquiera en 2012, con precios de alrededor de 0,39 €/kg, se había cotizado esa variedad en unos umbrales tan bajos.

De las casi 117.000 toneladas previstas en esta cosecha, apenas se han recolectado en la Comunitat Valenciana 30.000 cuando falta un mes y medio para concluir la campaña. La situación en la variedad Verna se suma a la nefasta campaña de la del limón de la variedad Fino, en la que ya la Unió de Llauradors denunció el pasado mes de febrero que era una de las peores que se recordaban debido a la caída de los precios prácticamente a la mitad como consecuencia del aumento de las exportaciones de limón turco.

El aumento de la producción en esta campaña sobre la anterior podría ser un argumento para darse esa situación, pero es que la cosecha pasada fue anormalmente baja y además este hecho no explica esta bajada tan brutal, ya que en campañas anteriores en que la producción fue superior los precios también fueron bastante más altos.

Factores externos como viene ocurriendo últimamente en la mayor parte de sectores influyen en el correcto desarrollo de la campaña. El incremento de las importaciones de limones de Argentina; junto a la amenaza del presidente estadounidense, Donald Trump, de aumentar los aranceles a los limones mejicanos que ha propiciado un desvío de las importaciones de éstos a la Unión Europea, son las principales circunstancias a juicio de la Unió de Llauradors para provocar esta fuerte caída del precio del limón.

En este sentido, la organización observa con gran preocupación como cualquier aspecto de la política internacional acaba siempre por perjudicar al sector productor español y fundamentalmente al hortofrutícola mediterráneo y por ello reclama a las Administraciones (europea, estatal y valenciana) y a los parlamentarios y parlamentarias de la UE que contemplen estas posibles repercusiones para el sector citrícola en los acuerdos comerciales que se negocian en estos momentos como es el caso de Mercosur o México.

Por ello, desde la Unió de Llauradors se ha solicitado la incorporación del cultivo del limón dentro de las ayudas de mínimis que la Generalitat prevé para paliar la crisis citrícola y que se encuentran en fase de aprobación en estos momentos, ya que considera que las circunstancias que concurren en el limón son dramáticas, sobre todo para los productores del sur de la Comunitat. Según el secretario general, Carles Peris, “no puede ser que seamos siempre los mismos quienes paguemos los platos rotos que otros provocan” y añade que “la situación ya es lo suficientemente complicada como para competir en desigualdad de condiciones con otras citriculturas que poseen medios de producción infinitamente más baratos que los nuestros y encima tener que soportar la ineficacia de nuestros gobernantes a la hora de defender nuestros derechos”.

Peris afirma que “si nuestros productores dependen de circunstancias no controlables, se tendrán que habilitar instrumentos que compensen estas enormes pérdidas que los perjudiciales tratados de la UE o los vetos a nuestros productos como el ruso provocan en la economía del sector productor y que además no se debe olvidar que mantenemos el territorio y generamos riqueza en los pueblos”.