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Ximo Puig, reelegido president de la Generalitat

El debate de investidura refuerza la unidad los tres socios botánicos, mientras que la oposición alerta contra un “gobierno radical e independentista”

Tras las tensiones de los últimos días, este jueves llegó la alegría a los socios del Botànic 2.0. Pasadas las 18 horas, el socialista, Ximo Puig, ha sido reelegido este jueves president de la Generalitat, con 52 votos a favor,  (PSPV-PSOE, Compromís y Unides Podem y 47 votos en contra (PP-CV, Ciudadanos y Vox).

Una votación que ha sido por llamamiento a los 99 diputados, según estable el reglamento de Les Corts. Según el resultado, la candidatura de Puig ha obtenido el respaldo de los 27 diputados socialistas, los 17 de Compromís y los 8 de Unides Podem, mientras que los 19 parlamentarios populaers, 17 de Ciudadanos (les faltaba un diputado) y los 10 de Vox han votado en contra. Tras ello, Puig ha recibido el abrazo de la vicepresidenta del Consell en funciones, Mónica Oltra, y los aplausos de los diputados socialistas, Compromís y Unides Podem puestos en pie.

De esta manera, de la mano del Botànic 2.0, revalida su liderazgo autonómico, después de un debate que se ha prolongado durante dos días en Les Corts y que ha concluido con la votación a las 18.27 horas. Su toma de posesión será el próximo domingo, a las 12 horas, tras su publicación este viernes en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y su comunicación al Rey de España, Felipe VI.

En su último discurso desde la tribuna, ha agradecido a los grupos sus intervenciones y, «en términos generales, el respeto», más allá del hecho de que «la democracia tiene distintas miradas», y los ha convocado a “un proyecto inclusivo de Comunitat Valenciana en la que nadie se quede al margen y bajo los principios de igualdad, libertad y convivencia. Ahí creo que nos podemos encontrar en muchos momentos. Ha sido un debate intenso, pero creo que empieza una legislatura en la que podremos hacer un proceso profundo de transformación y mejora de esta comunidad”.

Puig también ha agradecido a los grupos botánicos «su voluntad de continuar trabajando juntos y mirar al futuro con esperanza» tras haber demostrado estos cuatro años ser capaces de «gobernar desde la diversidad y conseguir el éxito».

Ya  los pasillos, el president se ha fundido en un emotivo abrazo con su director de gabinete, Arcadi España, y visiblemente emocionado ha recorrido un pequeño pasillo que le han hecho diputados socialistas entre aplausos. Tras ello ha comparecido brevemente ante los medios, agradeciendo la confianza depositada en él y resaltando que «es un honor representar a los valencianos, no hay honor más grande para un valenciano que ser presidente», comprometiéndose a asumir ese reto «con toda la dignidad y emoción que exige el cargo». En su opinión, “la democracia irá aumentando su calidad esta legislatura hacia una sociedad más igualitaria, más inclusiva y conseguir así entre todos un espacio de libertad, igualdad y fraternidad”.

Lealtad de los socios

Con anterioridad, los distintos grupos han intervenido pronunciándose a favor o en contra. Así, la vicepresidenta del Consell, y líder de Compromís, Mónica Oltra, se ha arrogado la “lealtad” del primer Botànic en una especie de crítica a las tensiones vividas últimos meses, ya que ha asegurado que “no concibo la vida ni la política sin la lealtad, en mayúsculas».

Oltra ha asegurado que “la lealtad ha significado, significa y significará para Compromís cerrar filas siempre, cubrir espaldas siempre, y buscar el sí hasta la extenuación». A su juicio, “lealtad a veces es un silencio, con los dientes bien apretados, pero es siempre echar una mano cuando hace falta», y ha defendido que lealtad “es también extender el Botànic en los ayuntamientos y decirse mirándose a los ojos lo que uno piensa, también, y sobre todo, en decisiones importantes».

Puig le ha respondido que en esta legislatura han hecho lo que dijeron que harían, «con todas las dificultades, porque efectivamente el camino no ha sido fácil», y ha agregado que ahora hay que aprovechar la nueva oportunidad que los valencianos les han dado para profundizar el proyecto de cambio iniciado. También,  ha coincidido en que le gustaría que hubiera acuerdos de progreso en los Ayuntamientos, y ha acabado su intervención regalando un proverbio africano a Compromís: «si quieres llegar rápido, camina solo; si quieres llegar lejos, camina acompañado».

En una línea similar, se ha pronunciado el portavoz de Unides Podemos, Rubén Martínez Dalmau, que ha confirmado el voto a favor de la investidura de Ximo Puig, y ha reconocido que «pese a nuestras diferencias, compartimos un horizonte común que asumen con lealtad hacia ambos partidos pero sobre todo a los colectivos sociales a los que representan”.

Rechazo de la oposición

Por el contrario, los portavoces de la oposición han mostrado su rechazo al Botànic 2.0 anunciado una declaración de guerra. La primera en pronunciarse en contra ha sido la popular, Isabel Bonig, que ha anunciado que el PP-CV “no dará ni un minuto de tregua a un Consell que es un fracaso para los valencianos porque es un reparto de escaños».

Bonig ha asegurado que «esto es un juego de tronos y su juego tiene paralizada la administración», y ha planteado que si tanto les gusta Juego de Tronos está dispuesta a hablar con el alcalde de Peñíscola para «traer el trono de hierro aquí» y ver si se sientan y cierran el pacto en el gobierno y en Les Corts.

De igual manera, ha hecho un balance negativo de las políticas del Consell, donde ha destacado el incremento de la tasa de pobreza infantil y las listas de espera sanitarias, la acumulación de sentencias en educación o de impagos a los centros de menores, y el abandono de la reivindicación de un nuevo modelo de financiación. En su opinión, “Llevan un mes y medio hablando de altos cargos, sillones y asesores», y ha lamentado que “se hable con total normalidad de la entrada en el gobierno de la extrema izquierda, los comunistas de toda la vida, pero con iphone y ipad».

Por su parte, el portavoz de Ciudadanos, Toni Cantó, ha ofrecido a Puig, un pacto” para negociar políticas pero no sillones si es valiente» y le ha retado  a alzar «la voz contra el sanchismo» y se aleja «del nacionalismo de Compromís y el populismo de Podemos«.

«Quiero proponerle un pacto: cambie de socios y hablemos de negociar sobre barracones, listas de espera, mejorar la dependencia y que los padres elijan la lengua en que se educan sus hijos», ha afirmado y ha añadido: «Aléjese del nacionalismo de Compromís y del populismo de Podemos».

Cantó ha insistido a reclamar a Puig que «rompa con ese Partido Socialista que se va de pinchos con Otegui» y represente al PSOE de la transición, «que miró por encima de los sillones», y ha asegurado que va a ejercer una oposición «firme y honesta» y a «trabajar por todos los valencianos», al contrario que el actual gobierno, que trabaja «solo» para sus votantes, y se ha preguntado qué versión de Puig se van a encontrar: «el Puig Jekyll o el Puig Hyde», el que les llama «fachas» o el que les «ofrece la alcaldía de Alicante a cambio de la Diputación».

De igual manera, ha achacado a Puig las mismas críticas de corrupción, despilfarro y secuestro de las instituciones que él ha hecho al PP-CV, ha denunciado su discurso «sin ilusión y sin energía» y ha criticado el «lamentable espectáculo» que han dado «negociando a gritos» el pacto de gobierno.

Por último, la portavoz de Vox, Ana Vega, ha insistido que su formación ha llegado a Les  Corts a hablar en nombre de quienes cada día sufren la imposición del valenciano y de los perseguidos por haber nacido hombres.

En varios momentos, Vega se ha dirigido a Compromís como “nacionalsocialistas”, en una clara referencia al régimen nazi y ha acusado a Puig de estar más cerca de Franco que ella. También, ha anunciado que va a luchar para que el valenciano sea voluntario en las aulas y en las instituciones y para que no se obligue a nadie a estudiar el valenciano ni tampoco en valenciano. Además, son partidarios de revisar las normas gramaticales para enseñar valenciano y no catalán.. A su juicio, se ha producido en la Comunitat Valenciana un genocidio cultural del español.

De igual manera, ha criticado la exclusión de su partido de los órganos de gestión de la cámara y ha acusado al PP-CV y Ciudadanos de prestarse encantados a una política estalinista, y ha afirmado que “Vox no es el Partido Popular”.

También ha arremetido contra las leyes de igualdad y de violencia machista que consideran ideología de genero y que criminalizan a la mitad de la población simplemente por el hecho de haber nacido hombre.