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El 80% de las mujeres se siente insegura al salir de noche

Salir de fiesta se ha convertido en una amenaza para muchas mujeres debido a la hipersexualización a la que son sometidas.

Que los sábados por la noche la ciudad se llene de jóvenes que salen a pasárselo bien es una imagen a la que estamos bastante acostumbrados. Pero por desgracia, no todo es diversión para las chicas que deben enfrentarse a miradas lascivas y comentarios fuera de tono cada vez que salen de fiesta. Según la segunda parte del informe que realiza la organización Mumalá sobre el acoso callejero, ocho de cada diez mujeres afirman sentirse inseguras al salir de noche. El machismo y las agresiones se encuentran a menudo presentes en el mundo del ocio nocturno.

Un caso entre muchos es el de la joven de 18 años que fue violada el pasado sábado 28 de septiembre en los baños de la discoteca Indiana de Valencia. La sociedad valenciana se ha movilizado tras esta trágica noticia y decenas de personas han salido a la calle para manifestar su apoyo a la chica.

A pesar de que la discoteca asegura que colaboró con la investigación y que asistió a la chica cuando tuvo conocimiento de la agresión, la víctima declara que el personal de seguridad en ningún momento acudió en su ayuda.

De momento ya se han producido dos concentraciones frente a la puerta de la discoteca en solidaridad con la víctima al grito de “omisión de socorro también es violación” y “¿dónde estabais cuando ocurrió?”.

Todo esto también ha provocado una gran indignación en redes sociales donde muchos han criticado la actitud del local y el machismo que rodea el mundo de la noche.

La usuaria de Twitter @venxsgal_ afirma que hace más de un año ella y sus amigas presentaron una queja por e-mail a la discoteca, de la cual no obtuvieron respuesta, debido al comportamiento sexista de uno de los empleados de la sala.

Según las declaraciones de las chicas, el hombre se dirigió a ellas con comentarios como estos: «¿Eres virgen? ¿Te has tocado ya? ¿Tienes 18? Si no, no pasa nada, me enseñas el escote».

Este no es el primer altercado al que se enfrenta la discoteca, ya que en redes otras jóvenes han mostrado su indignación al afirmar haberse sentido alguna vez como “objetos sexuales” a los ojos de algunos de los trabajadores del local.

Según el quinto informe del Observatorio Noctámbul@s más de la mitad de mujeres en España ha vivido algún episodio de violencia sexual nocturna. El 57% de las mujeres afirma haber experimentado “situaciones de violencias sexuales normalizadas” en espacios de ocio a lo largo de su vida, algo que solo manifiesta el 4% de los hombres.

En el informe se indica que los hombres tienen más dificultades para percibir e identificar una agresión sexual ocurrida en su entorno debido a la normalización de ciertas conductas. Por ejemplo, el 38% de mujeres afirman presenciar comentarios incómodos “siempre” que salen de fiesta, frente a un 13% de los hombres.

José Antonio Burriel, periodista y presidente de la Asociación No Más Violencia de Género de Valencia, explica la hipersexualización a la que están sometidas las mujeres en el mundo de la noche: “La mayoría de chavales jóvenes sale para ligar”.

Además, advierte del cuidado que deben tener los medios de comunicación al informar sobre agresiones sexuales ya que la noticia puede dar un “efecto espejo” que perjudique a las mujeres víctimas: “Ellos salen a ver qué pescan y saben que en esa sala se puede pescar”. También declara que todo esto está relacionado con la escasa formación sexual que reciben los jóvenes: “La educación sexual que se imparte se resume en cuándo tomar la píldora del día después o cómo ponerse un condón”. En estas charlas es importante no reforzar la imagen de las mujeres como objeto sexual, para que sea trasladado a la vida real de cada uno de los jóvenes.

Burriel afirma que en el caso de las discotecas se debería empezar por descosificar a la mujer. El problema empieza en el propio modelo de discoteca. Según una fuente anónima que  trabaja como vigilante de seguridad dentro del ocio nocturno valenciano, en muchas ocasiones se realizan promociones en las que las chicas pueden pasar gratis mientras que los chicos tienen que pagar la entrada.

Vigilantes de seguridad de la discoteca Mya, perteneciente al Grupo Salamandra, afirman que en ocasiones a las chicas que consideran “guapas” se les ofrecen algunos privilegios como pasar a la zona VIP gratis.

La noche está llena de sexismo, se considera que los consumidores natos del sexo son los hombres y por eso se usa la figura de la mujer para atraer a ese perfil: “se hace alusión al sexo para fomentar el consumismo y eso es así de toda la vida porque es lo que da dinero. Cuanto más sexo puedes hacer que perciba una persona, más dinero empleará para conseguirlo”, advierte el vigilante de seguridad anónimo.

Según esta fuente, la zona de los baños es la más peligrosa para las mujeres, que deben enfrentarse a un corro de hombres que mientras esperan a entrar se divierten agrediéndolas verbalmente: “quien no te dice algo fuera de tono te intenta manosear”.

En esa zona siempre suele haber alguien controlando sobre todo el consumo de estupefacientes, pero también es cierto que llega una hora en que queda “desamparada”, cuando la discoteca prepara el cierre. La suerte será no estar cerca de allí si eres mujer, claro está.