El regadío histórico de l’Horta declarado Sistema Importante del Patrimonio Agrícola Mundial
La FAO considera que L’Horta cuenta con el valor añadido de crear un vínculo entre lo rural y lo urbano, así como con un sistema productivo en el que se integran las culturas agrícola e hidráulica, desde la dominación árabe
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha declarado el Regadío histórico de l’Horta de València como un Sistema Importante del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM), candidatura que ha contado con el apoyo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, y que fue presentada por el Ayuntamiento de Valencia, en colaboración con la Universidad Politécnica de Valencia y otras instituciones.
L’Horta, según la FAO, reúne todos los requisitos que exige un SIPAM, ya que cuenta con el valor añadido de establecer un vínculo entre lo rural y lo urbano, así como con un sistema productivo en el que se integran las culturas agrícola e hidráulica, labradas durante siglos desde el inicio de la dominación árabe en la zona, que han ido conformando un paisaje único, la huerta de Valencia y la Albufera, que se integra en la conocida huerta mediterránea.
De igual manera, en la resolución se entiende que l’Horta es una comarca histórica de la Comunitat Valenciana, situada en la costa mediterránea. Su red de riego se extiende por el área agrícola periurbana de la ciudad de Valencia y de docenas de municipios del norte, oeste y sur de la región metropolitana. Geográficamente, el área irrigada abarca una llanura costera con una pendiente suave que disminuye lentamente desde el interior hasta el mar.
Otro de los valores considerados en la declaración ha sido su particular paisaje, integrado por campos de cultivo, canales de agua, caminos rurales y edificios tradicionales (barracas y alquerías) y también por el Parque Natural de la Albufera, ha sido conformado por un sistema de irrigación que se abastece del río Turia y hunde sus raíces en la herencia árabe. Un sistema de regadíos que ha ido diseñándose durante siglos. Desde el río Turia se extiende un sistema de acequias de riego, originalmente diseñado en la época medieval, que fluye por gravedad.
También, se ha tenido en cuenta las acequias de riego del sur que desembocan en el parque natural de la Albufera, un lago cuya configuración actual como reservorio de agua dulce ha sido alimentada por remanentes hídricos de las áreas históricamente irrigadas. Es un parque natural donde el arroz y la pesca artesanal tradicional conforman un sistema vivo y vulnerable.
Cuarto reconocimiento SIPAM que recibe España
El Regadío histórico de l’Horta de València se convierte de esta forma en el cuarto reconocimiento como SIPAM obtenido por España, que ha sido, además, pionera en Europa en obtener dicho reconocimiento en 2017. Se suma a los reconocimientos ya obtenidos por el Valle Salado de Añana (Álava), la Uva pasa de la Axarquía (Málaga) y los Olivos milenarios del Territorio Sènia (que abarca varios municipios de las autonomías de Cataluña, Aragón y Comunitat Valenciana).
El regadío histórico de L’Horta, como Sistema Importante de Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM), es el resultado de una estructura histórica que data de hace siglos, basada en una red de riego (acequies), caminos rurales, alquerías, etc. que definen su patrimonio físico; un sistema agrícola, agrodiverso en cultivos mediterráneos, que se origina y coexiste con esta estructura; una cultura hidráulica representada por reglas milenarias de uso del agua, heredadas de la época medieval y gobernadas por instituciones como la Real Acequia de Moncada y el Tribunal de las Aguas, institución reconocida como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Además, un sistema hídrico que, en su parte sur, fluye hacia el Parque Natural de la Albufera, donde el arroz y la pesca artesanal contribuyen a un sistema biodiverso, vivo y, a la vez, vulnerable. La Albufera, una laguna de agua dulce separada del mar por una franja de un kilómetro de ancho, ha sido alimentada históricamente por las acequias de riego de los campos agrícolas.
De esta manera, se entiende que l’Horta de València es uno de los paisajes de huerta mediterránea más relevantes de Europa, un espacio de valores productivos, ambientales, culturales y visuales probados, a pesar de las presiones de la urbanización.
Asimismo, se considera que su gestión tradicional del agua contribuye a estabilizar el suministro y el uso del agua y que se ha adaptado a las nuevas tendencias de desarrollo sostenible. De esta forma contribuye además a la Agenda de Desarrollo Sostenible, en particular a los objetivos 2 (hambre cero) y 6 (agua limpia y saneamiento), ya que mitiga y previene el cambio climático y permite el uso continuo del territorio agrícola sin agotamiento o daño.
¿Qué es un SIPAM?
La figura SIPAM fue creada por la FAO en 2002 para promover y garantizar el futuro de sistemas agrícolas tradicionales que han modelado paisajes estéticamente impresionantes y que combina la biodiversidad agrícola con ecosistemas resilientes y un valioso patrimonio cultural. Todo ello busca el impulso de estas regiones en base a la consideración de las tres dimensiones del desarrollo sostenible: la económica, la social y la medioambiental.
Los más de 50 SIPAM reconocidos hasta el momento en más de 20 países del mundo reflejan una amplia variedad de tipos de agricultura que revelan la sabiduría humana a la hora de superar las dificultades inherentes a sus territorios.
De la misma forma que la figura de Patrimonio de la Humanidad de UNESCO considera a aquellos lugares de la Tierra con un “valor universal excepcional” que ligan el concepto de conservación de la naturaleza con la preservación de los sitios culturales, los SIPAM cumplen también con el objetivo de identificar y salvaguardar paisajes con biodiversidad agrícola y sistemas de conocimiento asociados que contribuyen a la obtención de beneficios sociales, culturales, ecológicos y económicos a todos los niveles (local, regional, nacional y mundial).
Los SIPAM son ejemplos prácticos, históricamente afianzados, cercanos y reales que pueden contribuir decisivamente a la consecución de la Agenda 2030 de la ONU para el Desarrollo Sostenible y procesos internacionales relacionados como el Decenio de acción para la nutrición (2016-2025) y el Decenio de las Naciones Unidas para la agricultura familiar (2019-2028).