À Punt Mèdia en caída libre: sin audiencia, ni dirección, ni proyecto para el siglo XXI
Durante el mes de noviembre volvió a ser la última tele autonómica con menor audiencia, siendo superada incluso por cadenas autonómicas complementarias 3/24 de TV3, y ETB1
Definitivamente la televisión es la gran asignatura suspendida del Botànic. Nadie se atreve a tomar decisiones de una cadena que conecta con la ciudadanía, durante el mes de noviembre, fue la televisión autonómica menos vista, a pesar de tener uno de los presupuestos más altos, y una de las plantillas altas de España, sólo s’uperada por las televisiones andaluza, catalana, vasca y gallega.
El informe de audiencias mensuales de las televisiones autonómicas correspondiente al mes de noviembre no deja lugar a la duda: À Punt Mèdia, con una cuota de pantalla del 1,9%, y una caída de -0,4, se sitúa a la cola de las televisiones autonómicas, superada incluso por cadenas autonómicas complementarias, como 3/24, la cadena todo noticias de TV3, con un 2,1%, o ETB1, la cadena en vasco de ETB, con un 2,2%.
El rango de audiencias correspondiente al mes de noviembre continuó liderado por TV3 con una cuota del 16,7%, seguida por ETB2, la cadena en castellano de la TV, y la Televisión Galega con un 8,7 y un 8,6%, respectivamente, desplazando de la segunda posición a Aragón TV, que registró un 8,4%, y fue la cuarta televisión más vista, seguidas de Canal Sur, con un 7,8%, y de Televisión del Principado de Asturias y Canal Extremadura con un 6,4% en ambos casos. À Punt Mèdia se sitúa en puesto número quince de esta clasificación de televisones autonómicas, de carácter público, superando únicamente, a las autonómicas privadas, como la valenciana 8 Mediterráneo TV, y algunos de los canales complementarios de la cadenas, si bien, algunos de ellos, como las segundas cadenas de Madrid (la Otra) y de Asturias (TPA 2), así como la cadena internacional de TV3 (TV3 Cat), se sitúan a un escaso un punto de À Punt. En el caso asturiano hay que tener en cuenta que la cadena se creó en 2005, fecha en la que Canal 9 ya contaba con tres canales autonómicos.
De esta manera, un año y medio después de sus emisiones regulares, À Punt Mèdia, la nueva televisión autonómica valenciana sigue sin contar para la ciudadanía valenciana. Nadie cree en un proyecto que, como definía un dirigente de Presidencia de la Generalitat, “es una televisión antigua, del siglo XX y lejos de la realidad”. Esa definición deja claro que la cadena autonómica, que sustituía a la antigua Canal 9 no tiene ningún defensor, excepto los trabajadores, la actual dirección, cada vez más bloqueada, y algunos dirigentes políticos de Compromís, PSPV y Podem, aunque la mayoría ya reconoce el error del modelo aprobado.
À Punt, el sexto presupuesto
Estos datos aún son más preocupantes si se comparan las estructuras de las distintas cadenas autonómicas. Se da la circunstancia que el presupuesto de À Punt Mèdia es de 55 millones de euros anuales, el sexto mayor presupuesto de las televisiones autonómicas, muy superior al de la televisión de Murcia, La 7TV, que se sitúa la penúltima televisión en presupuestos con 15 millones para 2018. Además, a nivel de plantilla, la televisión valenciana cuenta con una plantilla de unos 500 trabajadores frente a los 64 de la murciana. En cuanto a presupuestos y trabajadores À Punt Mèdia sólo está superada por las televisiones autonómicas históricas de la época de la antigua Canal 9 como Canal Sur, TV3, TVG, ETB y Telemadrid. Por el contrario, en cuanto a la audiencia À Punt se sitúa como la última cadena autonómica en cuota de pantalla y en transcendencia para sus respectivas audiencias.
Situación insostenible
Y, entonces, ¿por qué no se cambia?. Esa es la cuestión, y el motivo es falta de valentía política a reconocer los errores y a asumir una serie de recortes en la plantilla integrada por más de 500 empleados, que son aún contratados temporales, y en su mayoría proceden de la antigua cadena, cerrada por el PP-CV. A ello, hay que añadir como se llegó a esta situación, disputas y desconfianzas entre los líderes del primer botànic, que hizo que la candidata con peor proyecto, Empar Marco, ganara el concurso, sin nadie confiar en su iniciativa, gracias al respaldo del entonces líder de Podem, Antonio Montiel, a quien la directora supo venderle una profesionalidad y experiencia de gestión nunca demostrada.
Sin embargo, como han reconocido a Mediterráneo Pressdiversos dirigentes de Presidencia de la Generalitat, “la situación es insostenible”, ya que “la televisión tiene mucho gasto y escasa rentabilidad”, económicamente, ya se encuentra en situación de quiebra, socialmente no tiene audiencia, su cuota de pantalla es la menor de todas las televisiones autonómicas, y políticamente no contribuye a la vertebración territorial de la Comunitat.
En este sentido, según señalaba a este diario las mismas fuentes, “es necesario replantear el modelo de manera urgente”, es decir, antes de que se elija al nuevo director general a principios del próximo año, de manera que la elección se produzca teniendo en cuenta los nuevos criterios con los se ve la nueva televisión, y que À Punt Mèdia no ha conseguido aplicar, “porque estamos en una televisión del siglo pasado con estructuras de esa época en un momento de cambio permanente en los medios audiovisuales”.
Y en este ámbito, uno de los primeros objetivos a replantearse es la estructura de personal, y paralizar desde el Consell las intenciones del consejo rector de la Corporación Valenciana de Medios de Comunicación (CVMC) de sacar una oferta pública de empleo de 500 trabajadores.
Desde estas fuentes es necesario replantearse el modelo para evitar la situación de marginalidad en que se encuentra la cadena, y de su incapacidad para abrirse un hueco, y ser una referencia notoria en el ecosistema comunicativo valenciano. No sólo por su baja audiencia, en los diferentes canales; sino por no haber logrado alcanzar, con las nuevas formas de producción, distribución y consumo a través de las nuevas plataformas digitales.