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Puig centra su objetivo para 2020 en lograr un pacto verde valenciano

Propone una cumbre de territorios periféricos que reúna a representantes de las 15 comarcas y 62 municipios valencianos con frontera con comunidades vecinas   y reitera la necesidad de un nuevo modelo de financiación

 Como cada 31 de diciembre el president de la Generalitat, Ximo Puig, ha dado su mensaje de fin de año al mediodía. Una cita que en esta ocasión se ha realizado fuera de los muros del Palau. El lugar elegido en esta ocasión la aldea requenense de Casas del Río, en pleno Valle del Cabriel, declarado este año como reserva de la biosfera por la Unesco. Y como no podría ser de otra forma, el contenido del mismo ha tenido un marcado carácter ecológico hasta el punto de situar como principal objetivo para el nuevo año: conseguir un pacto verde valenciano, que implique a toda la sociedad en un “acuerdo transversal” para hacer frente a la emergencia climática con medidas como un Pacto por los Bosques, la Ley de Transición Energética o la Estrategia Valenciana por la Biodiversidad. En esta ocasión la financiación autonómica ha pasado a un segundo lugar, aunque ha vuelto a reivindicarla.

Puig ha destacado que la “sostenibilidad no es una opción”, sino una “obligación moral” y una “respuesta inteligente” a una situación de emergencia que se debe asumir “sin negacionismo” y, al mismo tiempo, también “sin maximalismo”.  En su opinión, si 2018 supuso el impulso del movimiento feminista, 2019 será recordado como el de la conciencia por el planeta, un año en el que las y los jóvenes han marcado el camino de la respuesta a la emergencia climática”, y  se ha mostrado partidario de “propiciar una transición justa, que no deje a los más vulnerables como víctimas de la defensa del planeta”.

En su intervención, ha abogado por establecer “un nuevo contrato social de la humanidad por la superación de las desigualdades, por el trabajo decente y por la biodiversidad protegida”.  En su opinión,  es necesario un compromiso global, de manera que “los 17 objetivos de desarrollo sostenible que establecen las Naciones Unidas tienen que ser nuestra guía, una Constitución global de obligado”, y ha añadido que “esta transformación social ha empezado y tiene que ser imparable, especialmente cuando la Comunitat Valenciana se encuentra en la zona cero del cambio climático, justo en el corazón del Mediterráneo, donde hay más riesgo de inundaciones, sequías u olas de calor”.

En este sentido, ha recordado los dolorosos momentos vividos con las inundaciones sufridas el pasado mes de septiembre en la Vega Baja, y ha asegurado que “no podemos aceptar que se deterioren el agua y la fauna de la Albufera; no podemos consentir la pérdida de diversidad submarina en la isla de Tabarca; no podemos tolerar que el déficit hídrico amenace la flora del Penyagolosa, propiedad de los valencianos desde hace un año”.

Cumbre de territorios periféricos

Puig ha querido despedir el año, “desde el punto más occidental de la Comunitat Valenciana”, desde una de sus “periferias”. Desde allí, además se se ha referido a la necesidad de cohesionar el territorio, también desde el punto de vista social, respetando las singularidades de cada comarca y, por tanto, “sin uniformizaciones que empobrecen, sin prejuicios, sin centralismos”.  A su juicio, “si los valencianos no queremos ser discriminados en el conjunto de España, no podemos permitir que ningún territorio de la Comunitat Valenciana se sienta agraviado”.

En este sentido, ha anunciado que convocará en el primer trimestre del año una cumbre de territorios periféricos que reúna a representantes de las 15 comarcas y los 62 municipios valencianos con frontera con comunidades vecinas.

“Son los lugares más alejados del Palau de la Generalitat, muchos de ellos afectados por el despoblamiento, como esta aldea de Casas del Río, de 25 habitantes, y quiero escuchar sus reivindicaciones y mejorar nuestra cohesión”, ha explicado el president, que ha aludido también al “hito histórico” que representa para esa cohesión la liberación de la AP-7 entre Alicante y Tarragona después de medio siglo de peaje.

Financiación justa y violencia de género

De igual manera,  se ha referido además a la necesidad de reforzar también la cohesión en España. “Necesitamos y exigimos un nuevo Gobierno que atienda todas las problemáticas territoriales sin privilegios y sin discriminaciones”, ha subrayado Puig, que ha remarcado que la Comunitat “lleva demasiados años sin encontrar respuesta a aquello que le es fundamental: una financiación justa”. “Es sencillo: solo pedimos igualdad y justicia, con lealtad, con firmeza, con sentido de la historia”, ha señalado.

También, ha fijado como otras prioridades para 2020 la creación de puestos de trabajo y la profundización en la justicia social, “con una sanidad pública eficiente y moderna, una educación en valores e innovadora y unos servicios sociales inclusivos y garantía de humanidad”.

Finalmente, ha aludido a la necesidad de combatir la violencia de género. “131 mujeres valencianas asesinadas desde 2003 y más de 84.000 valencianas vigiladas por los cuerpos policiales son cifras intolerables”, ha remarcado el president. “Ese es hoy el principal problema de la sociedad y todos y todas tenemos que contribuir a solucionarlo: sin mirar hacia otro lado, sin vacilaciones, excluyendo a los relativistas y su indignidad moral”, ha manifestado.