La Diputación de Alicante coordinará las alegaciones contra el aumento del caudal ecológico del Tajo-Segura
Mazón anuncia que “no vamos a dar un paso atrás en la defensa de los intereses de la provincia”, tras reunirse con una docena comunidades de regantes afectadas por el ETI que marcará el futuro Plan Hidrológico del Tajo
El trasvase Tajo-Segura es irrenunciable para los alicantinos. Así, lo ha anunciado este lunes el presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, tras reunirse con los representantes de las comunidades de regantes afectadas por el posible incremento de los caudales ecológicos del trasvase Tajo-Segura para coordinar las acciones y alegaciones que se van a presentar contra esta medida recogida en el Esquema de Temas Importantes que marcará el futuro Plan Hidrológico del Tajo.
Mazón, que ha estado acompañado en la reunión por la vicepresidenta y diputada de Ciclo Hídrico, Ana Serna, ha manifestado al término del encuentro que la defensa del mantenimiento del trasvase Tajo-Segura, que ha calificado como “la obra más solidaria de España”, no responde a “un capricho” sino que está avalada por argumentos técnicos, científicos, económicos, hidrológicos, ecológicos y medioambientales “porque no es verdad que el Tajo-Segura esté dañando el medio ambiente ni que esté incentivando el cambio climático como demagógicamente se señala para atacarlo”.
“Estamos en un momento crucial respecto a la defensa del trasvase y por tanto de los intereses de nuestra tierra”, ha añadido el presidente, para quien la reducción de la aportación supondría un ataque a la subsistencia de esta provincia “convirtiendo de forma definitiva la huerta de Europa en el primer desierto real de Europa”. En este punto, ha recordado que gracias a este trasvase “se mantienen vivos 44 millones de árboles entre Alicante, Murcia y Almería”.
Asimismo, ha incidido en que “el agua es un bien de todos, por lo que no vamos a dar un paso atrás en la defensa de los intereses de la provincia, no vamos a estar quietos esperando, mes a mes, cuál es la última liberalidad de la vicepresidenta del Gobierno, incluso para reducir los caudales mensuales en contra de la decisión de los técnicos, algo que no tiene pase”.
Además, Mazón ha precisado que las alegaciones y todas aquellas acciones que se puedan emprender “no van contra nadie sino a favor de todos, porque el caudal del Tajo-Segura es de todos y debemos mantenerlo todos, no solo los receptores del mismo”. “Estamos a favor de que haya caudales ecológicos en las cabeceras, pero entendemos que en las circunstancias actuales son más que suficientes para que se gestione mejor en esas cabeceras y se invierta más y mejor en ellas sin menoscabo del agua que tiene que venir aquí”, ha manifestado
Los sindicatos y comunidades participantes en la reunión han sido Riegos de Levante Margen Izquierda, Riegos de Levante Margen Derecha, C.R. Santa Domingo, C.R. Fuensanta-Grupo 2000, SAT-Los Suizos, C.R. Albatera, C.R. San Isidro-Realengo, C.R San Onofre Torremendo, C.R. La Pedrera, C.R. Campo Salinas, C.R Murada Norte y C.R. Las Cuevas-Benferri, además de los representantes del Instituto de Agua y de la Cátedra del Agua de la UA, Joaquín Melgarejo y Andrés Molina.
Respecto al encuentro, la diputada de Ciclo Hídrico ha señalado que el objetivo es “marcar una hoja de ruta de las actuaciones que vamos a llevar a cabo desde la Diputación para defender los derechos e intereses de nuestra provincia” y ha anunciado que próximamente se mantendrán reuniones con ayuntamientos y otros sectores “porque el problema del agua es transversal”.
“No vamos a cesar ni un segundo en la lucha por la defensa de nuestros intereses y queremos adelantarnos a lo que va a venir”, ha indicado Serna, quien ha avanzado que se ha encargado un informe a Francisco Cabezas, coordinador en su día del Plan Hidrológico Nacional, para aportar a las alegaciones que se interpondrán desde Alicante.
En este sentido, Melgarejo ha explicado que el incremento de los caudales ecológicos –tanto en el embalse de Almoguera, que es nuevo, como en el de Aranjuez, donde se pretende subir de 6 a 8,5 hectómetros cúbicos por segundo- afectará tanto al abastecimiento como, especialmente, al regadío.
“Si se confirman el aumento de caudales, el regadío recibiría menos de la mitad del agua que actualmente está recibiendo y que ya está suficientemente menguada por diferentes motivos, no siempre hidrológicos, como es la falta de una mejor gestión de la cabecera del Tajo”, ha indicado el catedrático de la UA, quien ha criticado, asimismo, la utilización de agua desembalsada para eliminar contaminación “algo que prohíbe la Directiva marco del Agua”.
“Hay agua más que suficiente en la cabecera del Tajo y lo que hay que hacer es administrarla lo mejor posible atendiendo a todos los usos, incluidos los de la cuenca receptora porque no se puede dañar este tipo de usos en función de una norma que incluso puede ser arbitraria”, ha concluido el experto.