El Gobierno resucita la conexión Pau-Zaragoza a través del histórico túnel de Canfranc
La recuperación de este tren internacional acabaría con el actual monopolio ferroviario de Cataluña y el País Vasco, y convertirá a la APV, y al puerto de Sagunto, en el centro del mediterráneo
Tal y como avanzo hace una semana Mediterráneo Press el coronavirus ha supuesto un replanteamiento de todas inversiones en infraestructuras en función de la financiación de las mismas. Y una de las más beneficiadas puede ser el eje que une el Corredor Cántabro Mediterráneo. Al menos, eso se desprende del anuncio realizado este sábado por el ministro de ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, que ha anunciado que va a convocar próximamente una cumbre hispano-francesa para impulsar definitivamente la reapertura de este histórico paso transfronterizo que en su día conectó por tren España y Francia a través del Pirineo central, y que supone la conexión ferroviaria transfronteriza Pau-Zaragoza.
Ábalos ha realizado este anuncio en presencia del presidente aragonés, Javier Lambán, durante la visita que giró a la emblemática estación de Canfranc para conocer de primera mano como transcurren las obras de restauración de este monumental edificio y la reforma de las infraestructuras ferroviarias que se está llevando a cabo en paralelo. Junto a ellos, han estado el consejero aragonés de Vertebración Territorial, José Luis Soro, y la presidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera.
Durante su intervención, ha reiterado el compromiso del ejecutivo central a favor de la reapertura de este histórico paso ferroviario transfronterizo que lleva cerrado desde marzo de 1970. Desde entonces, los trenes que llegan a Canfranc por el lado español terminan allí su recorrido, al no poder pasar a Francia. Y, en el lado francés, las vías que llegaban hasta el Pirineo quedaron en desuso desde entonces.
Desde la pasada década, Francia está inmersa en una rehabilitación paulatina de sus tramos, para volver a ponerlos en servicio. Falta acometer la recta final, para que se reabra el trazado hasta la frontera con España. Y ambos países tienen que ponerse de acuerdo para acometer el reacondicionamiento del viejo túnel ferroviario que atraviesa la frontera por las entrañas del Pirineo.
Para impulsar estas obras pendientes, el ministro h anunciado este sábado en Canfranc que tiene previsto convocar una reunión entre los gobiernos español y francés, a la que serán invitadas también las autoridades regionales de Aragón y de Aquitania (Francia). Este encuentro, según ha explicado, pretende seguir dando pasos en la reivindicación histórica para rehabilitar la sección ferroviaria transfronteriza Pau-Zaragoza, una vez que ya se ha conseguido el apoyo financiero del Mecanismo Conectar Europa, tiene intención de convocar próximamente una reunión con los gobiernos de Francia, Aragón y Nueva Aquitania.
La recuperación de este paso internacional acabaría con el actual monopolio ferroviario internacional que ostentan los pasos laterales del País Vasco y de Cataluña, y reforzaría la posición de Aragón como paso transfronterizo entre la Península y el resto de Europa, mientras que la Autoridad Portuaria de Valencia, a través del puerto de Sagunto, se convertirían en referentes del mar mediterráneo, al ser el único con los conexiones directas con Europa, y, al miso tiempo, debilitaría los planteamientos de los independentistas catalanes al no tener el monopolio de la conexión ferroviaria por Europa.

Fin monopolios fronterizos de Irún o Port Bou
La conexión entre la Comunitat y Canfranc, a través de Aragón, daría una alternativa a la despoblación actual de Teruel, y supondría la culminación del Eje Mediterráneo-Cantábrico, Puerto de Valencia-Puerto de Bilbao. Además, supondría la salida de mercancías por el Pirineo Central, ahora por Canfranc , y a medio plazo por el túnel de baja cota de Vignemale en Biescas. Este túnel es apoyado, no solo por Aragón, sino también por Aquitania y el gobierno francés, generaría un tercer paso pirenaico vital para España.
Este proyecto, que se financiará fondos europeos, encaja dentro de la estrategia europea del Transporte se basa en la utilización, para el tráfico de mercancías, de aquellas líneas llamadas débiles o poco congestionadas, descargando así las saturadas como Irún o Port Bou. En este sentido, ha que recordar que la distancia Barcelona- Lyon-Paris es la misma que Valencia- Zaragoza-Canfranc-Limoges-Paris, y que en el tramo francés se está empezando a revitalizar para vertebrar el país galo, y que, en el caso español, convertiría a la Comunitat.
En este sentido, el presidente aragonés, Javier Lambán, urgió a alcanzar un compromiso definitivo por parte de los gobiernos español y francés para garantizar la reapertura de este tren internacional “no más allá del año 2030”, e insistió en que debe asumirse en firme el objetivo de que el Canfranc reabra dentro de diez años.

Restaurar los espacios públicos de la Estación
El objetivo es restaurar los espacios públicos de la Estación, actuando sobre todas las fachadas del edificio, sus marquesinas y los andenes situados bajo éstas, y completando la restauración interior del vestíbulo.
La recuperación de las marquesinas permitirá volver a usar este espacio bajo cubierta como el espacio urbano que fue desde su construcción hasta finales de los años 90, en el que, además de los viajeros, paseaban por sus andenes y vestíbulo, los habitantes de Canfranc, protegidos de las inclemencias del tiempo. Además, permitirá incorporar estos espacios al recorrido de las visitas guiadas con garantías de seguridad suficientes, así como destinarlo a otros posibles usos socio-culturales.
Apodada como «el Titanic de las montañas» e inspirada en los palacios franceses de finales del siglo XIX, su inauguración tuvo lugar el 18 de julio de 1928 con la presencia del Rey Alfonso XIII, del general Primo de Rivera y del Presidente de la República Francesa.
Se trata realmente de un edificio grandioso, no solo porque tenga más de 200 metros de planta, sino por lo espectacular del entorno y por encontrarse a nada menos que a 1.194 metros de altitud. Fue durante la Segunda Guerra Mundial cuando vivió su momento de máximo esplendor, entrando en declive con la ocupación nazi, cuando fue utilizada para almacenar las toneladas de oro que habían requisado por toda Europa. El descarrilamiento de un tren de mercancías en 1970 supuso el principio del fin, provocando el derrumbe del puente de L’Estanguet y el cierre al tráfico ferroviario de este punto fronterizo entre España y Francia.