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“The mistery of the Pink Flamingo” abre La Mostra de València, un pseudo-documental meta-kitsch y triposo de los Hermanos Polo

La Mostra de València inaugura este jueves su 35 edición con el estreno de ‘The mistery of the Pink Flamingo’, la nueva obra de los valencianos Hermanos Polo, una danza psicodélica en torno al hiperbólico icono Kitsch que es el flamenco rosa

The mistery of the Pink Flamingo es formalmente una fake road-movie de Javier y Guillermo Polo protagonizada por Rigo Pex a.k.a MENEO, musicólogo y performer guatemalteco, padre del concepto «electropical». El propio Rigo, carabólico actor que se interpreta a si mismo en una situación completamente ficcionada pero siguiendo los parámetros del documental (que según Wikipedia, por tirar un poco en este artículo también de lo Kitsch “es la expresión de un aspecto de la realidad, mostrada en forma audiovisual”), dice que esta obra ha dejado, tanto a unos (los entrevistados y demás personas que han participado internamente en proyecto) como a otros (los espectadores), “tripiando”.

Esta pieza pues, narra la experiencia vital y renovadora de un tipo simple y básico llevado a la hipérbole, que amortajado con sus negras prendas cada mañana, tras devorar sus tres autoimpuestos plátanos, sale a grabar los sonidos de las calles y rincones de Valencia. Rigo, que poco tiene que ver su comportamiento en la pantalla con el que tiene fuera de ella, pese a su sosería extrema que lo aleja tremendamente de lo Kitsch, se ve asaltado, hasta niveles oníricos, por esos malditos flamencos rosas. Tatuajes, camisas, bañadores, murales monumentales, ornamentos de todo tamaño y material, iconotipos y logotipos de tiendas, hoteles y demás locales y marcas; así como omnipresentes flotadores, pajitas y hipnóticos carteles de neón; son las distintas representaciones en las que se manifiesta este icono Kitsch por antonomasia y fenómeno sociocultural chirriante, que lleva a nuestro protagonista a embarcarse en un viaje, cuyo itinerario pasa por ciudades como Miami, Las Vegas y Baltimore; en busca del significado que tiene la intrusión de este animal en su realidad (y de, sin saberlo, en una búsqueda personal).

Rigo Pex, Javier Polo, y Guille Polo; durante el pase de prensa de la Mostra de València.

Esta ave zancuda y peculiar que es el flamenco rosa (Phoenicopterus roseus para los puretas de la zoología), por su magia y elegancia de aire psicodélico, esbelta y alta, de largo cuello y largas patas, de mirada penetrante a la par que un tanto marciana, de plumaje rosado tomado del pigmento de su alimento: los crustáceos y las algas; ha sido el blanco del imaginario de diversas culturas hasta el punto de que fue asociada con Ra, el dios egipcio del sol, y con el mítico Ave Fenix. Mas fuera de lo biológico y de la simbología de la teología del Mundo Antiguo, este animal, en la Era Contemporánea, y más concretamente a partir de los años 60 del siglo pasado, se convirtió en incono Kitsch, ese tipo de arte tan denostado por los intelectuales (entre sus principales críticos ,y por ende teóricos, encontramos a Walter Benjamin y Theodor Adorno, dos de los principales exponentes de la primera generación de la Escuela de Frankfurt) ligado íntimamente a la Cultura de Masas (cultura estandarizada, serializada y homogénea; en definitiva, producida mediante métodos puramente industriales), y cuya estética se suele asociar, sin terminologías obtusas, al mal gusto y al folklore barato. Una estética banal reflejo una sociedad que tal (o sea, que igual).

Esta es la visión hegemónica y sin pormenorizar de “lo Kitsch”, pero, las interpretaciones son diversas, más tratándose de arte, le pique a quien le rasque. Javier Polo, director y coproductor de este pseudodocumental que oscila entre la realidad y la ficción, entre “lo perturbador y lo dulce”, define este arte como “una vorágine de ironía y humor, en definitiva, una parodia lo que somos”. Por su parte, su hermano Guille, también coproductor y a su vez director de fotografía, lo ve como “el resultado grotesco de lo espontaneo, que, como muchas películas que ahora son de culto, siguieron en su momento la consigna del se tú mismo sin importar lo que piensen los demás”.

Y es que, pese a la vigencia de esta corriente, tal vez arrastrados por las tendencias simplificadoras de lo que aparentemente es simple, hemos dejado de teorizar sobre esta, y este es en consecuencia uno de los principales objetivos de esta obra, que toma como referencia el flamenco rosa (aprovechamos para explicitar que “ningún flamenco rosa ha sido herido durante el rodaje”). Durante la transición de los fotogramas, en los que ha quedado patente el papel relevante del sonido y de la imagen, hemos podido disfrutar además de las entrevistas, y por tanto de las visiones, de personajes como John Waters, el director de clásicos de culto como Cosa de hembras, Hairsray, Cry Baby, y, por supuesto, Pink flamingos; la recientemente fallecida Allee Willis (es preciso señalar que The mistery of the Pink Flamingo va dedicada tanto a ella como a la madre de los Hermanos Polo), artista, directora de arte y compositora, que compuso entre otras canciones I’ll Be There for You, el tema principal de la serie Friends; el director y actor Eduardo Casanova, que quiso reivindicar el carácter perturbador y revolucionario del Kitsch y del color rosa; la Pink Lady, influencer que ha llevado la instrumentalización del color rosa a los niveles más esperpénticos de la mercadotecnia, y un tipo que forma parte de un movimiento ficticio conocido como I Hate Pink Flamingos que los Hermanos Polo quisieron utilizar a modo de contrapunto en representación de toda esa gente que considera el Flamenco Rosa como algo “artificial que representa a gente artificial”.

Esta obra audiovisual, que se exhibirá este jueves 22 de abril en los Cines Babel, en el marco de la Mostra de València, cuenta también con la presencia del experto en aves Sixto García, la socióloga Ana Uribola, el pintor, escultor y diseñador Antonyo Marest; el profesor Claude Chapdelaine; la directora de la Asociación de Alumnos de Wisconsin Sarah Schutt, la mayor coleccionista de flamencos rosas Cindy Dunlow (1.069 según Guiness World Records), la coleccionista de arte Patricia Altschul, el novelista Brian Antoni, y las integrantes de la banda Kero Kero Bonito.

Cartel oficial de The Mistery of the Pink Flamingo.