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Puig y Boluda lamentan el retraso de las obras en el Corredor Mediterráneo, y piden celeridad

El jefe del Consell pide superar los cuellos de botella de carácter burocrático que existen en la adjudicación de las obras», mientras que Boluda crítica el retraso

El president de la Generalitat, Ximo Puig, y el de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), Vicente Boluda, han reclamado mayor celeridad e inversiones para el Corredor Mediterráneo y han lamentado los retrasos en la ejecución de esta infraestructura.

Así, lo han explicado en la rueda de prensa anterior a un almuerzo de trabajo, Puig ha calificado de «mala noticia» el retraso de la conexión entre Valencia y Castellón, especialmente por tratarse de una conexión interna de la Comunitat Valenciana, y ha justificado la cuestión por «cuestiones relacionada con el presupuesto, sino de logística en la preparación de los proyectos y en la ejecución», cree que se va «demasiado lento». En su opinión, «hay que apretar el acelerador en la inversión en el Corredor Mediterráneo y también superar los cuellos de botella de carácter burocrático que existen en la adjudicación de las obras».

Boluda también ha lamentado este retraso, especialmente porque afecta a un tramo del Corredor Mediterráneo que transcurre dentro de la Comunitat Valenciana, lo que lo hace «mucho más doloroso», y ha pedido al Gobierno y a Adif que hagan «un esfuerzo para resolver este asunto» pues el tramo entre Valencia y Castellón «es fundamental» para los empresarios valencianos.

Ampliación del Puerto de Valencia

Puig ha defendido también que la ampliación norte del puerto de València se haga «de la mejor manera posible» y que la sostenibilidad «es compatible con el crecimiento económico». Mientras, el presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), Vicente Boluda, ha augurado que será muy complicado que salga adelante pronto por las «influencias externas».

«No sé cuándo será, pero pronto lo veo difícil», ha constatado Boluda a preguntas de los periodistas sobre los retrasos en el proyecto a causa de la validez de la declaración de impacto ambiental (DIA) concedida en 2007. Hace unos meses, Puertos del Estado dejó en manos del Puerto la necesidad de determinar si hace falta un nuevo estudio ambiental.

De igual manera, ha valorado como una mala noticia el retraso de «cualquier proyecto importante para Valencia», pero ha recordado que no está en su mano y ha augurado que será «muy complicado» que la ampliación de Valenciaport se haga realidad en poco tiempo.

Por su parte, Puig ha destacado las exportaciones como «pilar para la salida de la crisis» y ha ligado el proyecto con que el puerto de València se pueda convertir en «el más importante del Mediterráneo». «Consolidar esa posición es fundamental, tanto en creación de empleo como en atracción de inversiones», ha aseverado.

Para ello ha abogado por «hacer las cosas de la mejor manera posible y hacerlo de manera sostenible porque el futuro pasa por la sostenibilidad». Ha garantizado que la ampliación «se está estudiando para hacer las cosas correctamente y que no haya nuevos momentos de incertidumbre».

A partir de ahí, ha confiado en que pueda haber «de verdad» una conexión adecuada entre la ciudad y el Puerto y en que la APV realizará una inversión «importante» en las playas, mientras ha recordado que Costas (Ministerio para la Transición Ecológica) debe «tomar una serie de decisiones» relacionadas con el proyecto.

Todo ello supone, a su juicio, un equilibrio necesario y «bueno en favor del conjunto de la ciudadanía y de la economía». Por contra, ha rechazado «buscar antagonismos ni frentismos que tengan que dilapidar ilusiones y proyectos de futuro».

Recuperación rápida

Por otra parte, el jefe del Consell ha trasladado igualmente a AVE su confianza en una recuperación económica rápida y «vigorosa», con el objetivo de llegar al nivel de empleo pre-pandemia. Para conseguirlo, ha garantizado que los fondos europeos de reconstrucción no se retrasarán por la burocracia.

Puig ha destacado la estabilidad como eje de la reactivación y ha apuntado algunos datos positivos: 0,3% de crecimiento en el primer trimestre de 2021 frente al descenso nacional del 0,5% (AIReF), previsión de incremento del 5,9% al fin del año frente a la media del 5,5% (BBVA) o tercera comunidad autónoma con mayor avance este año (Centro de Predicción Económica).

Eso sí, ha querido dejar claro que la Generalitat toma estas estimaciones sin triunfalismos y que está centrada en recuperar el nivel de empleo previo a la crisis. Actualmente, según la EPA, la tasa de paro de la Comunitat está en el 16,5% frente al 14% que había antes del virus.

Para reducir el desempleo ha confiado tanto en las exportaciones como en el turismo y ha llamado a que ambos sectores se vean reforzados con los fondos europeos, con el objetivo de ganar en innovación y productividad.

Otro de los retos que ha apuntado es el de creación de riqueza mediante unos servicios públicos eficientes que garanticen la igualdad de oportunidades, junto al «rescate social» a través de ayudas. Y ha defendido que todo ello pasa por la agilidad administrativa, la racionalidad en el gasto y la eficiencia en la gestión del Estado del Bienestar.

A nivel territorial, Puig ha sostenido que España debe repensar sus equilibrios más allá de Madrid y Catalunya y ha pedido la colaboración de los empresarios para defender la posición de la Comunitat Valenciana y así corregir «debilidades» como la baja productividad.

Como balance, ha alabado el esfuerzo de los empresarios durante este año y la buena situación epidemiológica de la Comunitat de cara a la temporada turística, además de poner en valor el acuerdo para iniciar la vacunación en empresas y el papel de AVE en la defensa del Corredor Mediterráneo porque este lobby representa el 65% del PIB valenciano.