ActualidadAgricultura y Pesca

El sector citrícola espera un ligero descenso en la próxima cosecha y confía en un repunte de los precios para los productores

Preocupan entre otras cosas el aumento de costes para luchar contra las plagas, sobre 0,14 euros/kg por ejemplo en el Cotonet de Sudáfrica, una auténtica barbaridad para lograr la rentabilidad del cultivo

Descenso de la producción críticola la próxima temporada. Al menos, eso se refleja de los datos recabados por la Unió de Llauradors en las diversas zonas citrícolas de la Comunitat Valenciana reflejan un ligero descenso de producción en la próxima campaña y que debería servir para lanzar los precios al alza para los agricultores, siempre y cuando se den circunstancias normales en el desarrollo de la misma.

Con las perspectivas de preaforo previsto que indican un tonelaje equilibrado dentro de la media de las últimas campañas y el ritmo actual de crecimiento de la demanda y el consumo de cítricos, la cantidad de fruta para abastecer a los mercados debería ser ajustada en esta próxima campaña y permitir salir de una forma ordenada las diferentes variedades, sin que se provoquen tensiones de precios a la baja -sino todo lo contrario- hasta ser mejores que la que acaba de concluir. La Covid-19 ha hecho subir el consumo de frutas frescas en los hogares. Los cítricos (naranja, limones, mandarinas y pomelo) son los tipos de fruta fresca que más se compraron en 2020 y actualmente superan un cuarto del volumen del mercado (26,9%), siendo responsables de 1 de cada 4 euros de facturación de la categoría.

La reducción esperada de volumen posibilitará buenos calibres de fruta que ayudará a tener a su vez buenos aprovechamientos comerciales, sobre todo en variedades como la Clemenules que tendrá una merma importante. En el resto de variedades de mandarinas se podría mantener el aforo de la campaña pasada y en naranjas podría ser un poco superior.

Para esta campaña se dispone de una fruta con buena coloración y excelente organolépticamente.  Según el secretario general de la Unió de Llauradors, Carles Peris, “esta pandemia de la COVID19 ha servido para relanzar el consumo de cítricos como aliados beneficiosos para la salud y por ello animamos a consumirlos y apostar por nuestra fruta de proximidad”,.

En este sentido, la Unió de Llauradors reitera que el sistema de producción europeo de cítricos es el más sostenible a nivel mundial y por ello cabe exigir la reciprocidad con la producción de terceros países en materia fitosanitaria y social. Por ello se mantendrá vigilante para ver si finalmente las autoridades comunitarias declaran a los cítricos como producto sensible, tal y como ha reclamado el sector citrícola valenciano de forma unánime, y tanto en la renovación del acuerdo comercial de la UE con Sudáfrica previsto para octubre como en otros acuerdos con países terceros.

Aparte de los acuerdos comerciales, varias son las amenazas que acechan al sector citrícola valenciano en la inminente temporada. El principal es el aumento de los costes de producción en la prevención de la sanidad vegetal ante la aparición de plagas, tal y como sucede con el Cotonet importado de Sudáfrica que supone un incremento del 55% en los costes actuales, unos 0,14 euros/kg. “Seguimos reclamando al Ministerio de Agricultura más ayudas para combatirlas pues somos líderes en exportación, pero para seguir siéndolo necesitamos más apoyo en su lucha y prevención”, indica Carles Peris.   

El sector alberga la esperanza de reanudar los envíos a los mercados de EEUU, tras el levantamiento de los aranceles, aunque el duro protocolo -como sucede con otros países también- evitará llegar al nivel de exportaciones que se alcanzaron en su día. También habrá que observar cómo evolucionan mercados de reciente apertura como es el de la India y consolidar otros como Canadá. Preocupa así mismo Reino Unido, uno de nuestros principales clientes, donde tras el establecimiento del brexit, han bajado un 5% nuestras exportaciones. Desde la Unió de Llauradors también se apuesta por ir introduciendo nuestros cítricos en otros países con objeto de diversificar, ya que el mercado de la UE sigue absorbiendo el 93% de nuestras exportaciones.