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¿Por qué se casan los españoles?

Confieso mi adicción a todo tipo de estadísticas. Y, lo que es peor, a los sondeos prospectivos que a falta de datos ofrecen predicciones. Esto es más peligroso por el sesgo de las proyecciones y no sólo en el CIS de Tezanos. Muchas veces, los que nos ofrecen las encuestas son parte interesada en sus resultados, por lo que éstos hay que ponerlos en cuestión.

Digo esto porque acabo de ver una predicción sobre el número de matrimonios en España que nos da una cifra récord para 2023 y, que contrasta con la tendencia de las últimas décadas de incrementar las uniones de hecho e, incluso, de la convivencia sin ningún tipo de vínculos.

La razón del creciente desapego matrimonial hasta ahora está en las pocas ventajas del contrato que regula el régimen de la pareja frente a los inconvenientes que proporciona el vínculo. Esto vale para casi todas las situaciones, incluso en caso de separación con hijos habidos de la relación.

¿Por qué, pues, de repente ese salto adelante en el afán matrimonial que revela la encuesta de marras?

Dejando al margen que su autor es una organización que se dedica a las bodas, lo que de por sí es sospechoso, en el caso de ser cierto revelaría la inseguridad económica de estos tiempos y el pensamiento de que casarse resulta económicamente mejor que no hacerlo. Pero eso es todo, porque ya hemos dicho que el régimen matrimonial no ofrece suficientes privilegios frente a las otras opciones. Habrá que concluir, por consiguiente, que la única diferencia substancial entre el matrimonio y otras uniones está en la lista de bodas.

Es muy triste pensar que el sablazo económico del casorio sea la única razón que lo justifique, Sobre todo, si los novios no hacen una lista de bodas que se pueda repartir fácil y equitativamente en el caso de la probable separación posterior.

Enrique Arias Vega

Periodista y Escritor. Ex director de publicaciones del Grupo Zeta, y de varios diarios pertenecientes a este grupo de comunicación