El comercio minorista valenciano se enfrenta a un ejercicio marcado por la incertidumbre y la inflación.
Según el informe, elaborado por Cámara Valencia, Mercado laboral y turismo internacional favorecerá la confianza de los consumidores
El comercio minorista de la Comunitat Valenciana se enfrenta a un ejercicio marcado por la incertidumbre y la inflación, aunque hay factores favorables para que el consumo siga creciendo a un ritmo moderado. Así, se desprende del informe elaborado por Cámara Valencia sobre la situación y las perspectivas del sector comercial para 2023, y según el cual, sectores como automóvil o reformas integrales que decisiones de compra de bienes duraderos o que impliquen mayor esfuerzo o financiación adicional serán los más afectados.
Esta situación, a juicio los expertos, se deberá a una serie de factores que ralentizaran el gasto de compra, tanto en la Comunidad Valenciana como en España, entre los que destaca el descenso de la capacidad de compra y la riqueza del consumidor, debido a la elevada y persistente inflación, y que ha provocado que riqueza financiera neta de los hogares españoles en términos reales habría descendido un 9%en 2022.
Dicho deterioro del poder de compra, según el informe, lo sufrirán en mayor grado la población de rentas bajas, dado que son las que más se ven afectadas por el aumento del precio de los alimentos, cuyo peso en la cesta de la compra es mayor.
Otro factor que influirá en esta situación serán los tipos de interés seguirán al alza a lo largo del presente año, pudiendo situarse en niveles cercanos al 4% si las tasas de inflación en la Zona Euro no descienden. Ello supone mayores gastos financieros, tanto para las empresas como para los consumidores (con préstamos e hipotecas), y, por tanto, un a menor propensión de gasto.
Mercado laboral y turismo internacional
Sin embargo, los expertos apuntan que también existen factores favorables para que el consumo siga creciendo, aunque a menor ritmo moderado, especialmente, el mercado laboral, y por tanto la masa salarial, mantendrá un comportamiento estable, lo que favorecerá la confianza de los consumidores.
De igual manera, según el informe, la recuperación del turismo internacional se mantendrá en 2023, sin alcanzar los niveles previos a la pandemia por el encarecimiento de bienes y servicios y la incertidumbre de la situación geopolítica. El turismo nacional mantendrá un notable dinamismo, tal y como han reflejado los datos de Semana Santa en abril, incluso a pesar del aumento de los precios hoteleros.
De esta manera, ante un dinamismo muy moderado de la demanda de consumo, una inflación al alza, mayores costes de financiación y/o laborales, según el informe, el comercio minorista deberá apostar por incrementar la eficiencia y productividad que le permita mantener o ampliar los márgenes comerciales. Aspectos como la digitalización, ahorro energético, la sostenibilidad, multicanalidad, etc… son imprescindibles con independencia del tamaño y la actividad comercial, concluye el informe