Los Premios Jaime I 2023 han recaído en Echaven, Bover, López-Bendito, Escutia, Maspoch y Jiménez
Puig reivindica la “alianza” entre “ciencia, instituciones y empresas” y reclama afrontar los retos que plantea la inteligencia artificial aplicando “los mejores valores ilustrados”, que son el “escudo ético para alejar los miedos, tomar partido por la ciencia y proyectar luz sobre la oscuridad”
Un año más Valencia se ha llenado de ciencia con la reunión de los jurados de los premios de investigación Jaume I, que este año conmemora su 35 edición, y cuyos jurados están integrados por un alto número de Premios Nobel. En esta edición han recaído en Antonio Echavarren Pablos, en la categoría de Investigación Básica; Olympia Bover Hidiroglu, en Economía; Guillermina López-Bendito, en Investigación Médica; Carlota Escutia Dotti, en Protección del Medio Ambiente; Daniel Maspoch Comamala, en Nuevas Tecnologías, y Alfonso Jiménez Rodríguez-Vila (Cascajares) en Emprendedores.
Así lo han anunciado este martes el president de la Generalitat, Ximo Puig, el presidente ejecutivo de la Fundación Premios Jaume I, Javier Quesada, y el vicepresidente de la fundación, Vicente Boluda, que han ensalzado la figura dl profesor Santiago Grisolía, fallecido el año pasado, impulsor de estos galardones.
En concreto, el premio en la modalidad de Investigación Básica a Antonio Echavarren Pablos, catedrático de Química Orgánica por la Universidad Autónoma de Madrid, profesor investigador del CSIC y Group Leader en el Institut Català d’Investigació Química (ICIQ), por sus aportaciones a la química orgánica, especialmente centradas en la catálisis, que han permitió aumentar la eficiencia de las reacciones químicas para producir medicinas y otros nuevos materiales.
En cuanto a la categoría de Economía, ha obtenido el galardón Olympia Bover Hidiroglu, doctorada en Economía por la London School of Economics e investigadora asociada del Institute for Fiscal Studies Research Fellow del CEPR y fellow de la European Economic Association (EEA), además de expresidenta de la Asociación Española de Economía (AEE). Asimismo, es economista del Banco de España desde 1991 y actualmente desempeña su labor como directora del Departamento de Análisis Estructural y Estudios Microeconómicos.
Asimismo, en Investigación Médica el galardón ha sido otorgado a Guillermina López-Bendito, doctora en Neurociencias, profesora de investigación y directora del Departamento de Neurobiología del Desarrollo del Instituto de Neurociencias de Alicante, centro mixto impulsado por la Universidad Miguel Hernández y el CSIC, que está reconocido como Centro de Excelencia Severo Ochoa.
El Premio Rei Jaume I a la Protección del Medio Ambiente ha recaído en Carlota Escutia Dotti, doctora en Ciencias del Mar e investigadora científica en el Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (IACT)-Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Escutia ha ocupado cargos en la Universidad de Stanford, el Servicio Geológico de EEUU y el Programa de Perforación Oceánica de la Universidad de Texas A&M, además de coordinadora del Scientific Committee for Antarctic Research (SCAR) y representante española en el Antarctic Treaty Organization.
En la categoría de Nuevas Tecnologías, el galardón ha recaído en Daniel Maspoch Comamala por su trabajo centrado en el avance de la nanotecnología y la química para el diseño y desarrollo de materiales reticulares porosos y sistemas de liberación de sustancias para distintas aplicaciones. En concreto, el jurado ha tenido en cuenta sus logros en la administración de fármacos para el tratamiento de enfermedades como la diabetes, la esclerosis múltiple y la distrofia muscular; el desarrollo de tecnología de microencapsulación biodegradable, además de su dedicación a la formación de personal investigador y atracción de talento.
El Premio Jaume I en la modalidad de Emprendimiento ha sido para Alfonso Jiménez Rodríguez-Vila, presidente de Cascajares, empresa dedicada al sector de la agroalimentación, con diversas líneas de acción, desde la cría de animales hasta la hostelería o la elaboración de productos de marca blanca.
Alianza ciencia, empresas y instituciones
Durante su discurso de clausura, el president de la Generalitat, Ximo Puig, ha defendido la importancia de la “alianza” entre “ciencia, instituciones y empresas” que representan los Premios Rei Jaume I y ha situado sus valores como “coordenadas para seguir avanzando”. En su opinión, “igual que la ciencia es la luz que ilumina la oscuridad, los Premios Jaume I han sido, son y serán un faro, un faro que inspira a la sociedad valenciana, que la referencia internacionalmente”.
Puig ha subrayado en este sentido que los galardones proyectan un “itinerario clarividente”, centrado en la “búsqueda de nuevas fronteras científicas y tecnológicas con base en el humanismo”, la protección medioambiental “sin negacionismos irresponsables” y el “impulso al espíritu emprendedor”, que forma parte del “ADN mediterráneo”.
La “semilla de ilusión que plantó Santiago Grisolía” ahora hace 35 años “ha germinado, se ha robustecido y ha mejorado nuestra sociedad”, y “la sociedad valenciana ha consolidado un camino que no se puede desviar”. “Ya lo vimos en otro tiempo: los atajos a la prosperidad abocan al precipicio; el cortoplacismo acaba despeñando a un país”, ha agregado.
De igual manera, ha subrayado por ello que los valores que emanan de estos premios fijan esas coordenadas para “seguir avanzando”. Se ha referido así a que “la investigación y la ciencia” son los “nutrientes del progreso” y también ha incidido en la transferencia de conocimiento, que eleva la productividad”; “la recuperación y promoción del talento, que inspira a la sociedad”; “el humanismo, que cohesiona la sociedad”, y “la razón, que configura una sociedad de respeto”.
También, ha destacado la “atinada” declaración de los Premios Nobel sobre los retos a los que se enfrenta la sociedad con la inteligencia artificial, que puede representar una “nueva frontera para la ciencia y la tecnología”, y ha señalado que será “decisivo” para ello “aplicar los mejores valores ilustrados”. A su juicio, “tienen años, pero no son viejos; son el escudo ético para alejar los miedos, para tomar partido por la ciencia y para proyectar luz sobre la oscuridad”.