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Ferraz se posiciona con Fernández Bielsa y Soler y recupera algunos de los aspirantes al Congreso relegados por Puig

Los dos dirigentes provinciales se sitúan como nuevo contrapoder a la dirección nacional del PSPV para reiniciar el partido tras la derrota del 28M

La reacción de la dirección del PSPV a la propuesta de las ejecutivas provinciales de Alicante y Valencia ha durado 24 horas, pues, la dirección federal ha vuelta a modificar las propuestas del líder del PSPV, Ximo Puig, y recupera a quienes fueron propuestos por las ejecutivas provinciales, cuyos líderes Carlos Fernández Bielsa en Valencia y Alejandro Soler en Alicante acudieron este viernes a la dirección federal para pedir amparo ante los cambios de Puig. Y encontraron la respuesta esperada.

De esta manera, vuelven a cambiar radicalmente las candidaturas socialistas al Senado, pues, el alcalde de Paterna, Juan Antonio Sagredo, vuelve a ser candidato por la provincia de Valencia, en sustitución del secretario autonómico de Comunicación, Alfredo Boix, mientras que en Alicante también se vuelve al plan original situando a Ana Martínez Zaragoza, próxima a Soler, en lugar de la delegada del Consell en Alicante, la oriolana, Antonia Moreno, puesta ayer por Puig. También, en esta provincia también al histórico dirigente socialista, Ángel Franco, como número dos al Senado, y Eva Montesinos como número tres.

Además, la dirección federal también se ha metido en el cartel electoral al Senado, donde se sustituye la propuesta original del PSPV, la delegada del Consell en Castellón, Eva Redondo, por la alcaldesa en funciones, Amparo Marco, que ya había anunciado su intención de dejar el consistorio municipal cuando se constituya la nueva corporación.

Pero, los cambios de las candidaturas también afectan  a las candidaturas al congreso por las circunscripciones de Valencia y Alicante, donde se restituyen algunos nombres previstos por las direcciones provinciales. En Valencia, en concreto, se mantienen a las propuestas iniciales de Diana Morant y José Luis Ábalos,  no cambiadas por la dirección del PSPV, y se anula la propuesta de Puig de situar a la aún alcaldesa de Quart de Poblet, Carmen Martínez, como número tres, volviendo a situar a la diputada provincial de Valencia, Pilar Sarrión, afín al líder provincial, y alcalde de Mislata, Carlos Fernández Bielsa.

Por su parte, en la provincia de Alicante se vuelve a producir una permuta de puestos volviendo a la posición de salida. Así, el alcalde del Pinós, Lázaro Azorín, permuta su puesto por José Antonio Díaz, de manera que el primero irá de tres y el segundo de cinco.

Reforzamiento de Bielsa

Estos cambios han supuesto un fuerte varapalo para la dirección nacional  a favor a las direcciones provinciales que vuelven a situarse como alternativas a Ximo Puig para la renovación del socialismo valenciano, especialmente, el secretario provincial de Valencia, y alcalde de Mislata, Carlos Fernández Bielsa, el alcalde más votado de España, que, junto al resto de alcaldes de la provincia de Valencia, se han convertido en el nuevo núcleo de poder del socialismo valenciano, al controlar todos los grandes ayuntamientos de la provincia, excepto Valencia, en manos del PP, Alcira en manos de Compromís, y Oliva en manos de independientes. A ellos, se podría sumar Torrent, si los populares (segunda fuerza) alcanzaran un acuerdo con Vox (tercera fuerza).

Este poder socialista municipal valenciano se ha ido configurando entorno al equipo de la Diputación de Valencia, integrado por el actual presidente, Toni Gaspar, que pasa a Les Corts, y el actual vicepresidente, Carlos Fernández Bielsa, que se sitúa como nuevo presidente de la corporación provincial, y contrapoder del Consell del PP-CV, al igual que pasó la legislatura pasada entre la Diputación de Alicante, presidida por quien será nuevo jefe del Consell, Carlos Mazón, el gobierno del Botànic.

De hecho, el poder de Fernández Bielsa se ha ido configurando a lo largo de los años del Botànic ofreciendo a los alcaldes socialistas el diálogo y el apoyo que no se veía desde el Palau, y que provocó el distanciamiento con numerosos alcaldes valencianos.