Ábalos rompe con Sánchez, y le advierte: “no voy a acabar mi carrera como un corrupto siendo inocente”
Su abandono de las siglas socialistas podría suponer un cisma en el socialismo de la provincia de Valencia, donde controla a la mitad de la provincia, cuyos seguidores mantienen silencio absoluto
El exministro de Transportes, y diputado socialista, José Luis Ábalos, ha decidido romper con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que pierde ahora a uno de sus principales defensores en el socialismo español, y por lo tanto, decidido mantener su acta de diputado, como miembro del grupo mixto del Congreso junto a los cinco miembros de Podemos, pese a las presiones internas para que abandonará reconociendo unas responsabilidades que él niega, asegurando este martes en rueda de prensa que «no voy a acabar mi carrera como un corrupto siendo inocente».
Ábalos abandona las filas socialistas defraudado con sus actuales líderes, especialmente, con Pedro Sánchez a quien ofreció su apoyo cuando era el detestado por los principales barones, pues, “me hubiera gustado tener el beneficio del compañerismo», y deja entrever que una operación en su contra planteada por algunos de sus compañeros, apuntando tanto a dirigentes de la dirección federal y del PSPV advirtiéndoles que “quién me quiere echar por la puerta de atrás tenga que mirarme a la cara», y ha asegurado que continúa porque muchos compañeros se lo han pedido.
De hecho, en el la federación socialista valenciana únicamente se han pronunciado en su contra sus tradicionales adversarios internos, es decir, miembros de la actual dirección nacional del PSPV, y ninguno de los alcaldes y dirigentes afines se han pronunciado, por lo que el PSPV-PSOE podría estar próximo a un cisma especialmente en la provincia de Valencia, donde el ex ministro controla cerca de la mitad de la provincia.
Ábalos fue invitado el pasado lunes a renunciar a su escaño de diputado en 24 horas a raíz del llamado ‘caso Koldo’ sobre una supuesta trama de cobro de comisiones en contratos de material anticovid y la implicación de Koldo García Izaguirre, que había sido asesor de Ábalos en el Ministerio de Fomento, y cuya relación se profundizó gracias al propio Pedro Sánchez, aunque aún no se ha referido a la relación entre Sánchez y Koldo García, de cuyas actividades ilícitas considera»decepcionantes» y «repudiables». Eso sí, niega cualquier vinculación con el socialista navarro, y considera que renunciar ahora al escaño «se interpretaría como un signo de culpabilidad» que no asume y que sólo provocaría su «estigma no ya política, sino personal».
De igual manera, ha advertido de que su dimisión no servirá como cortafuegos porque «tampoco impediría que dejara de continuar la cacería hacia otras personas que se citan» estos días, como el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, o los expresidentes de Baleares, Francina Armengol, y de Canarias, el ahora ministro Ángel Víctor Torres.
Además, asegura que continúa como diputado del grupo mixto para poder tener una tribuna desde la que defender sus ideas: «no es una decisión cómoda para mí, es una decisión muy dura, y muy difícil en lo personal»,
Traición de Sánchez
Según el socialista, su gran decepción es el propio jefe ejecutivo al prestó su apoyo personal, incluida su casa de Valencia para iniciar la recuperación del poder tras la moción de censura interna, y le recuerda que ahora está rodeado de quienes lo tiraron del PSOE en su momento. En su opinión, «creo firmemente que, tras haber contribuido a la conformación de un Gobierno progresista tras la moción de censura de 2018, tras haber servido a la transformación y haber servido a nuestro país como ministro de España y habiendo ayudado como secretario de organización del PSOE a cohesionar a la militancia en un tiempo político muy complejo tras las primarias de 2017, me hubiera gustado tener el beneficio del compañerismo».
De esta manera, Ábalos reivindicaba su papel en el regreso de Sánchez a la secretaría seneral del PSOE y lamentaba no haber podido compartir con la cúpula socialista «una reflexión en beneficio» de sus siglas y «de la restitución del debate público por la senda del sosiego y de la ponderación». También, ha subrayado que quienes exigen su expulsión de la vida política «apelan a una supuesta ética» que, a su juicio, no casa con la «ética pública». En este punto ha denunciado que quienes le han animado a dejar el escaño no le han sabido contestar cómo y cuándo se le repararía en el fututo después de su «cancelación civil» y «sacrificio público». A su juicio, «una ética que no concierne a todos, donde cada uno tiene su particular ética, de tal modo que justifica lo propio y condena a lo ajeno, con tantas varas de medir, no es una ética compartida. No forma parte, pues, de la ética pública. Y ante esta situación, en la que la mayoría no asume un comportamiento tal, lo que se impone es el cumplimiento de la ley. La confianza en la ley y que ejerza la ley en toda su dimensión», ha aseverado.
En este sentido, entiende que su renuncia a la política «no tendría ningún efecto práctico respecto de otros casos similares o aún peores», ya que «en este escenario tan turbio que se ha generado, sin duda los principales responsables son los actores de los presuntos tejemanejes para enriquecerse, pero en este escenario, insisto, tan turbio, no ha sido posible establecer una reflexión con mi partido, en beneficio de mi partido, de las propias siglas, pero también de la restitución del debate público por una senda de sosiego», ha insistido.
Finalmente, ha confesado que «nunca me hubiera imaginado» fuera de unas siglas a las que, ha dicho, ha «entregado» su vida «desde muy joven», aunque ha reconocido que “nunca hubiera emprendido tampoco el camino de la militancia, hace ya muchos años, regateando la determinación a mis convicciones».