El Desafío del Mercado Central de Valencia: entre tradición y turismo
La esencia comercial se está viendo amenazada por la peatonalización del centro y la eliminación de algunas rutas de la EMT que han llevado a impactar negativamente en la facturación del mercado
El Mercado Central de Valencia lucha por conservar su función comercial y social ante el flujo masivo de turistas que lo visitan diariamente. Inaugurado en 1928 como despensa de los valencianos, en la actualidad se ha convertido en uno de los principales lugares de interés turístico de la ciudad. A él acuden diariamente miles de turistas para disfrutar de su arquitectura modernista y del despliegue de sabores, colores y olores que ofrecen los productos frescos de sus comercios. Sin embargo, la masividad de la actividad turística lleva años torpedeando el normal funcionamiento del mercado.
Incluso, hay quienes afirman que ha dejado de ser un mercado, en el sentido tradicional de la palabra, para convertirse en una atracción turística más. Ubicado en pleno centro histórico de la capital Valenciana, en el barrio de El Carmen, el Mercado Central es uno de los puntos infaltables en cualquier guía turística para visitantes. De acuerdo al Informe Impacto Económico, Comercial y Social del Mercat Central elaborado por la Oficina Comercio y Territorio (PATECO) del Consejo de Cámaras de Comercio de la Comunitat, el mercado recibe 3,15 millones de visitas al año, de los cuales 1 de cada 3 corresponde a turistas nacionales y extranjeros.
Lo que se ve reflejado en la evolución de los comercios a lo largo de los años. Carnicerías, charcuterías y alimentación tradicional, cada vez pierden más espacio frente a los comercios dedicados a la venta de souvenirs, joyería o pruebas gastronómicas dirigidas a turistas. “En ocasiones, la única facturación que obtenemos es la proveniente de la fruta picada para turistas” menciona Nacho Revet, trabajador en una frutería del mercado.
Sin embargo, aunque “cualquier persona que accede al mercado es un posible cliente” la masificación turística afecta a los valencianos que acuden a realizar sus compras normalmente. “En ocasiones es molesto tener que pasar en medio de tanta gente” comenta Dolores Palacios, clienta habitual del mercado. “Hay personas que no se comportan adecuadamente para el lugar” dice, Miram Muñoz, vecina del sector.
Para hacer frente a esta situación, en 2015 la Asociación de Vendedores del Mercado Central, Turismo Valencia y el Ayuntamiento de la ciudad, construyeron el protocolo de buenas prácticas para el turismo en el Mercado Central de Valencia. Con el objetivo de desarrollar la actividad turística sin entorpecer la actividad habitual del mercado y asegurando la calidad del servicio.
La realización de la explicación, por parte de los guías turísticos del Mercado en una de las siete entradas al mismo, a una distancia prudente que no afecte la salida o entrada de personas, es uno de los postulados consignados en dicho documento. Igualmente, la limitación de los grupos a máximo 10 personas y la comunicación de la normas básicas de comportamiento al interior del mercado.
En general, los vendedores del mercado se muestran satisfechos con los resultados del protocolo, pero también resaltan la necesidad de seguir trabajando para acercar nuevamente el Mercado a los valencianos. El acceso al mismo, es uno de los puntos que más preocupación despierta. La peatonalización de vías aledañas y la eliminación de algunas rutas de la EMT han llevado a que la ciudadanía opte por otras opciones más accesibles, lo que impacta negativamente en la facturación del mercado.
El Mercado Central de Valencia, se enfrenta, por lo tanto, a una serie de desafíos para continuar mejorando su servicio y facturación. El futuro, entretanto, parece estar irremediablemente unido al turismo creciente. Al igual que ocurrió durante la pandemia del Covid-19, la capacidad para adaptarse a las nuevas circunstancias y acercarse a los clientes a pesar de las dificultades, serán claves para el éxito del mercado. Teniendo en cuenta, por supuesto, que debe llevarse a cabo un trabajo mancomunado con el gobierno valenciano, para que siga brillando esta joya de la ciudad.