El genocidio del turismo en València
La ciudad sufre su mayor transformación por y para los turistas, dejando de lado a los valencianos
València está de moda. Los valencianos llevamos años sacando pecho de nuestra ciudad. Cada vez son más lo periódicos nacionales e internacionales que destacan la calidad de vida de la ciudad, sus playas, sus zonas verdes, los monumentos y el clima son algunas de las razones que más se destacan sobre la capital del Turia.
Pero no todo es bonito, si el mercado del alquiler en nuestro país ha sufrido grandes cambios hasta convertirse en un campo de batalla, esta exposición de nuestra ciudad solo ha conseguido empeorarlo. La ciudad de València ha experimentado un notable crecimiento de su población hasta casi los 800.000 habitantes. Ello junto con la vitalidad de la ciudad ha derivado en un agravamiento de la situación del mercado de alquiler en València, impulsado principalmente por plataformas como Airbnb.
Y es que València ya no es invadida por el turismo en época estival o en Fallas, desde hace varias temporadas València sufre una continua presión turística. Este fenómeno ha generado preocupaciones significativas sobre el acceso a la vivienda para los residentes locales incidiendo sobre la sostenibilidad del turismo que recibe la ciudad.
Según datos recopilados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Ayuntamiento de València, el número de apartamentos turísticos registrados en la ciudad ha aumentado significativamente en los últimos años. En 2017, había aproximadamente 5.000 apartamentos turísticos registrados en Valencia, y para 2022, esta cifra se había más que duplicado, alcanzando los 12.000 coincidiendo con el aumento exponencial de los visitantes.
El aumento de los alquileres vacacionales ha contribuido a una escasez de viviendas disponibles para alquiler a largo plazo, lo que ha provocado un aumento en los precios del alquiler en toda la ciudad. De acuerdo con datos del portal inmobiliario Idealista, el precio medio del alquiler en Valencia ha aumentado un 20% en los últimos cinco años, superando el crecimiento medio en otras ciudades españolas.
Esta tendencia ha afectado especialmente a los residentes de bajos ingresos y a los jóvenes que buscan acceder a una vivienda asequible en la ciudad donde los residentes ya dedican de media un 35% de los ingresos al alquiler.
Además, el crecimiento descontrolado de los apartamentos turísticos ha generado preocupaciones sobre la gentrificación y la pérdida de identidad en los barrios históricos de València, donde muchos residentes se sienten desplazados en sus propios barrios debido a la presencia abrumadora de turistas y al aumento de los precios de la vivienda como en Ruzafa o Cabanyal.
Ya en 2021, el Ajuntament de València, tomó medidas como el Reglamento regulador del alojamiento turístico, con el decreto 10/2021 para abordar el problema de la vivienda y regular el mercado de alquiler vacacional con una normativa que establece limitaciones en la obtención de licencias para apartamentos turísticos en determinadas zonas de la ciudad, con el objetivo de preservar el carácter residencial de dichas áreas. Además, se han impuesto sanciones más severas para aquellos propietarios que operan ilegalmente, en un esfuerzo por disuadir la proliferación de apartamentos turísticos no registrados.
Sin embargo desde la puesta en vigor de la norma, nada ha cambiado. El Ajuntament debe de adoptar una estrategia más amplia que incluya la promoción de la vivienda social, un incentivo del alquiler a largo plazo y la implementación de políticas de control de precios para garantizar que todos los residentes tengan acceso a una vivienda digna y asequible.
Por ello tanto el Consell como el Ajuntament de València están trabajando en una normativa de apartamentos turísticos para 2024 que entre de lleno a controlar situaciones como los alojamientos «pirata» o no declarados.
Porque si bien el turismo puede ser una fuente importante de ingresos para la ciudad, también es crucial garantizar que los residentes locales no se vean desplazados o excluidos debido a la presión del mercado turístico. En un momento en que las ciudades de todo el mundo están lidiando con problemas similares, València se enfrenta al desafío de encontrar soluciones equitativas y sostenibles que satisfagan las necesidades de todos sus habitantes.
¿Dónde duermen los turistas?
Airbnb encuentra su nicho en las costas y el corazón de València, revelan datos recientes recopilados por Inside Airbnb. La plataforma cuenta actualmente con 5,909 alojamientos turísticos anunciados para estancias durante el próximo año en la ciudad.
La mayor parte de esta oferta se concentra en dos distritos principales: Ciutat Vella y Poblats Marítims, como indica el análisis del mapa. Este dato se refiere específicamente a alojamientos completos, que constituyen el 67% de la oferta total. Si ampliamos el espectro para incluir habitaciones disponibles, el número total de alojamientos anunciados en Airbnb asciende a 8,810 marcando un aumento del 35% en los últimos tiempos.
Además, zonas como la avenida Blasco Ibáñez y el pintoresco barrio de Ruzafa emergen como destacados polos de concentración para apartamentos turísticos en Valencia.
Otro de los grandes problemas en los que deriva esta forma de gestionar la vivienda es que al menos el 65% de los anunciantes en Airbnb cuenta con más de un piso ofertado en la plataforma, según los últimos datos disponibles.