La coronación de la Virgen culmina el Misteri y les Festes d’Elx
La representación de La Festa volvió a conmemorar el momento culminante de la representación gracias a los cantores y escolanos ante un público entregado que vive intensamente la coronación de la Virgen de la Asunción
Otro año más, un 15 de agosto, festividad de la Asunción, los ilicitanos han vuelto a llenar la basílica de Santa María para presenciar la segunda parte del Misteri d’Elx, La Festa. Muchos de los ilicitanos y turistas curiosos han vuelto a abarrotar el templo para no perderse la coronación de la Virgen. La cita era a las 18 horas, y como en el día anterior fuera de la basílica, a donde llegó toda la comitiva del Misteri, encabezada por el alcalde, Pablo Ruz, las autoridades religiosas, miembros del patronato y los actores. A las puertas del templo comienzan los primeros cánticos de la representación.
María Salomé, María Jacobe y los ángeles del cortejo de la Virgen se detienen al principio del andador, junto a la puerta mayor del templo. Tres de los apóstoles cantan entonces una estrofa en la que deciden acercarse al lugar donde se encuentra el séquito mariano e invitarlo al sepelio de la Madre de Dios. Descienden, pues, cuatro apóstoles hasta el comienzo del corredor inclinado y, dirigiéndose a las Marías y ángeles, entonan la invitación, que es aceptada, y suben todos al cadafal, donde se desarrolla toda la segunda parte.
La expectación de los asistentes era máxima especialmente en el momento en que se abrían las puertas del cielo para dar paso los aparatos aéreos, y como no a los reflejos de los flashes de las cámaras de fotos y móviles de los ilicitanos y turistas, que querían inmortalizar el momento, tanto en el descenso, como en la subida del Araceli, que este año fue más lento que costumbre.
El momento principal llegó tras la bajada de la Santísima Trinidad para coronar a la Virgen, que arrancó los aplausos efusivos del público y los tradicionales: ¡Vixca la Mare de Déu!, en lo que fue el éxtasis de la representación, y donde los asistentes recuerdan a todos sus seres queridos, inundaron de lágrimas los ojos de muchos ilicitanos, mientras contemplaban con emoción este bello e intenso momento, que puso el broche de oro a las representaciones del Misteri, con la subida del Araceli.