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El  pedrisco de los últimos días deja  unas pérdidas de más de 3,4 millones  en viñas y almendros

La comarca más afectada es la de Utiel-Requena  y ha afectado a más de 4.800 hectáreas

El pedrisco de los últimos días ha ocasionado daños por las pérdidas ocasionadas por el pedrisco de los últimos días en la comarca de Utiel-Requena son superiores a los 3,4 millones de euros.  Al menos, así lo ha denunciado la Unió Llauradora.

La superficie total de cultivo afectada por las tormentas y el pedrisco es de más de 4.800 hectáreas. Los pedriscos no han sido generalizados en toda la comarca, sino que se han localizado fundamentalmente en las localidades de Sinarcas, Utiel, Fuenterrobles, Requena (San Juan, San Antonio y Roma) y Caudete de las Fuentes durante los días 2, 3 y 5 de septiembre.

Los daños se han producido principalmente en viña con un 65% de estos y a punto de iniciar la campaña de recolección de la uva y en almendros con un 35%. En el resto de los cultivos de la comarca, los daños no son tan elevados como en estos dos cultivos.

Cabe señalar que el pedrisco es un riesgo meteorológico cubierto por el actual sistema de seguros agrarios y por ello la Unió Llauradora va a solicitar a Agroseguro la rápida peritación de los daños en las parcelas siniestradas.

Del mismo modo, la organización pedirá una serie de medidas para los agricultores afectados. Entre ellas ayudas directas, la condonación del IBI de las parcelas cultivadas y construcciones presentes en ellas, la bonificación de las cuotas de la Seguridad Social durante un año, el establecimiento de préstamos con interés subvencionado y también una serie de actuaciones y ayudas para las cooperativas comercializadoras afectadas.

Para el resto de las zonas de la Comunitat Valenciana donde ayer y estos pasados días no afectó el pedrisco, las lluvias son positivas y sirven para paliar la situación de sequía en los cultivos de secano, aunque los daños en algunos casos son irreversibles. En este sentido, la Unió Llauradora reitera su demanda de ayudas directas para paliar las pérdidas por la sequía en cultivos como la uva de vinificación y de mesa, el olivar, almendro y los cereales, entre otros cultivos.

También resultan las lluvias muy beneficiosas para los cultivos de regadío donde permitirá ahorrar en riegos, limpiar los árboles ante la amenaza de posibles plagas y recargar acuíferos y embalses ya bastante mermados. Para la ganadería servirán para regenerar los pastos muy mermados por la sequía y evitar así el aumento de los costes por los piensos para alimentación de los animales.