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El Campello suspende durante un año las licencias de viviendas de uso turístico

 La prohibición se extiende a bloques, urbanizaciones de bungalows y locales comerciales

Con el irrefutable argumento de que la irrupción, desde el año 2009, de las llamadas “viviendas de uso turístico” como una modalidad de alojamiento, ha provocado notables disfunciones y problemas de convivencia ciudadana, el pleno del Ayuntamiento de El Campello ha aprobado hoy suspender por espacio de un año la tramitación y emisión de informes municipales de compatibilidad urbanística para este tipo de uso de viviendas en edificios en altura de viviendas colectivas (incluidos los locales comerciales ubicados en los mismos), y en construcciones unifamiliares y en hilera tipo bungalow, siempre que dispongan de zonas comunes o exista división horizontal.

Quedan excluidas de la suspensión las edificaciones de bungalow en hilera que no dispongan de zonas comunes y no exista división horizontal. El ámbito de aplicación de la medida es todo el suelo urbano de uso residencial.

La finalidad de dicha medida, según ha explicado el alcalde Juanjo Berenguer, que también es responsable del departamento de Planeamiento, es la de facilitar el estudio de la reforma de la ordenación urbanística que regule estos usos.

La suspensión de nuevas licencias (acordada con los votos a favor de PP, PSPV-PSOE, Compromís, Per El Campello y EU-Unides Podem, y el posicionamiento en contra de Vox, entrará en vigor a partir del día siguiente al de la publicación del acuerdo en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana y en la sede electrónica del Ayuntamiento.

En los últimos años se ha producido un proceso de intensa conversión de viviendas residenciales en viviendas destinadas al uso turístico, afectando negativamente a la calidad del entorno urbano y dificultando el acceso a la vivienda. Esta situación ha llevado a los ayuntamientos a intervenir para buscar soluciones a esos problemas, dando lugar a una jurisprudencia consolidada que los legitima a planificar urbanísticamente para conciliar la satisfacción del derecho a la vivienda y de la calidad del entorno urbano con el alojamiento turístico para evitar fenómenos como el de la gentrificación, que implica que barrios tradicionales adquieran mayor plusvalía y se vuelven atractivos para personas de mayor poder adquisitivo.

El auge de las viviendas de uso turístico motivó a la Generalitat Valenciana a promulgar una ley en el año 2018 que, entre otras cuestiones, establecía para obtener licencia un informe favorable del ayuntamiento en cuestión, medida que no resultó enteramente eficaz por cuanto la jurisprudencia configuró a las viviendas de uso turístico, desde una perspectiva urbanística, como un uso terciario y no residencial, propiciando informes de compatibilidad urbanística desfavorables cuando el planeamiento no lo contemplara.

El pasado agosto, el Consell que preside Carlos Mazón emitió un Decreto Ley que modifica la normativa y permite a los ayuntamientos a establecer limitaciones proporcionadas, por el interés general, en lo que respecta al número máximo de viviendas de uso turístico por edificio, sector, ámbito, área o zona. A ese articulado se acoge El Campello para suspender la tramitación de nuevas licencias durante un año, al objeto de estudiar una nueva regulación en el planeamiento urbanístico de la vivienda de uso turístico.

La irrupción de esta modalidad de alojamiento en municipios turísticos ha llegado a los tribunales, hasta el punto de que el Tribunal Supremo ha emitido sentencias que sientan jurisprudencia en cuanto a regular el sector se refiere y suspender licencias por interés general.