Domingo de Ramos con una altísima participación en El Campello
Los socorristas de las playas de El Campello, operativos y en sus puestos pese al mal tiempo
Este Domingo de Ramos, la bendición de las palmas frente al Ayuntamiento por el párroco Pedro Juárez, y la posterior procesión hasta la Iglesia de Santa Teresa, han registrado una multitudinaria participación ciudadana, de la que sobresalían los pequeños y pequeñas que en pocas semanas tomarán su Primera Comunión.
Alta participación también de autoridades locales, presididas por el alcalde Juanjo Berenguer, y destacado acompañamiento de los integrantes de la Colla Larraix.

Activados los socorristas de las playas
Con la llegada de la Semana Santa, las playas comienzan a recibir un aumento significativo de visitantes, ansiosos por disfrutar del sol y el mar. En este contexto, el servicio de socorrismo y salvamento se convierte en un pilar fundamental para garantizar la seguridad de los bañistas. Aunque las condiciones climáticas pueden, de momento, no ser ideales y el mal tiempo frene a muchos de los que desean zambullirse en el agua, los socorristas están siempre alerta, preparados para actuar en cualquier circunstancia. Su presencia es un recordatorio de que la seguridad en las playas es una prioridad, independientemente de las condiciones.
El trabajo de los socorristas va más allá de la simple vigilancia. Estos profesionales están entrenados para responder a emergencias, realizar rescates y proporcionar primeros auxilios. Su formación incluye el manejo de situaciones críticas, desde rescates en el agua hasta la atención de lesiones o problemas de salud que puedan surgir en la playa. La Semana Santa, asociada al inicio de la temporada de playa, puede traer consigo condiciones meteorológicas cambiantes, lo que hace que la labor de los socorristas sea aún más importante. Estar preparados para cualquier eventualidad es parte de su compromiso con la seguridad de los visitantes.
Esta imagen, captada ayer en el arenal de Muchavista de El Campello, nos muestra una playa vacía de bañistas, pero no de socorristas, que la recorrieron para asegurarse de que nadie cometiera una imprudencia. Su presencia brinda tranquilidad.